Según el doctor James S. House, autor del estudio "La mortalidad está asociada a un mayor consumo de tabaco, al aislamiento social, a ingreso económicos deficientes y a otros factores de riesgo psicosocial", la mayor parte de las muertes en las grandes ciudades está relacionada con problemas cardíacos, infecciones y tumores.
Explica el destacado galeno e investigador que los fallecimientos producidos por el cáncer demuestran una elevada exposición a elementos físicos, químicos y biológicos de carácter nocivo, que son típicos de las áreas urbanas.
Sostiene además que ritmo de vida de las grandes metrópolis genera una gran ansiedad que reduce la capacidad del sistema inmunológico para combatir las enfermedades.
Estas aseveraciones tienen una base lógica pues se ha comprobado que un ochenta por ciento de mujeres y hombres que habitan en las grandes ciudades padecen de estrés por diversas causas, lo que ocasiona graves problemas de salud como trastornos del sueño y en la sexualidad, gastritis, colitis, migraña y afecciones cardiovasculares que ponen en peligro la vida.
Para nadie es un secreto que los estilos de vida de la ciudadanía, aunados a los problemas económicos que se enfrentan en el seno familiar, la inseguridad y las presiones que se presentan a diario en escuelas y centros laborales, han sido el detonador del padecimiento que, entre otras causas, propicia el incremento hasta en dos veces más el riesgo de morir por afecciones del corazón.
El doctor Renato Illescas Rico, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional "La Raza" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), advirtió los actuales estilos de vida, aunados a los problemas económicos, la inseguridad y las presiones que se presentan a diario en escuelas y centros laborales han sido el detonador del padecimiento que, entre otras causas, propicia el incremento hasta en dos veces más el riesgo de morir por afecciones del corazón.
Asegura el doctor Illescas que el estrés provoca también que quienes lo padecen se refugien en hábitos equivocados, como un mayor consumo de alcohol, cigarrillos y comida en exceso, lo cual va asociado con otras enfermedades que se desencadenan por ese motivo (sobrepeso y daños cardiovasculares).
Para aminorar la situación, el especialista recomendó tener una rutina diaria de relajación personal por espacio de 30 minutos y cuando el estrés sea muy intenso hasta por una hora, ya que de esta forma se puede disminuir sus efectos y consecuencias.
El estrés, indicó, ya es un problema de salud pública tanto para mujeres como para hombres, asociado a diversas enfermedades, principalmente a las cardiovasculares y cáncer, que son las que ocupan el primer lugar de mortalidad.