SANTIAGO.- En su recorrido de casi todo el día de ayer por distintos sectores de esta ciudad, el presidente Leonel Fernández pudo constatar que su candidatura a la reelección no la tiene todas consigo, a juzgar por gestos, pronunciamientos y acciones que le hicieron muchas personas al paso de la caravana. Poco importó a esos manifestantes el aparatoso despliegue de agentes policiales y militares en todas las calles y avenidas por donde se desplazó la comitiva, llegando incluso recibirla con cacerolazos, con los que sus ejecutantes enviaban un mensaje claro e inequívoco de que para ellos es precaria su situación económica.
Esas acciones se hicieron más notoria en el paupérrimo barrio de Los Salados, localizado en la parte Norte de esta ciudad, donde llegó el candidato presidencial del PLD a media tarde de ayer, manteniéndose por varios minutos en la casa del Chino Espinal, dirigente de esa organización política.
Algunas amas de casa, con cucharones y calderos a manos, agitándolas al viento o haciéndolas sonar, gritaban a todo pulmón “de que se van, se van”, en obvia alusión a sus deseos de que el 16 de mayo próximo la reelección sea derrotada en las elecciones generales.
Mientras que otros, descontentos con el gobierno, recibieron a Fernández y sus acompañantes con el puño derecho cerrado y el dedo pulgar hacia abajo, significando con ello que la popularidad del sector oficial aquí va en franco descenso.
Los más osados se pararon en algunos de los laterales de las vías que recorrió la caravana, mostrando afiches de Miguel Vargas Maldonado y Amable Aristy Castro, al tiempo que vociferaban consignas antigubernamentales al Primer Mandatario, quien respondió las alusiones con saludos y sonrisas.
En algunos casos los manifestantes llegaron al extremo de acercarse a algunos de los vehículos que integraban la caravana, pero sus ocupantes mantuvieron la compostura, sin que se produjera ningún tipo de reacción por parte de ellos.
La dirigencia de campaña de Leonel Fernández en este municipio se empleó a fondo para que los miembros y dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana recibieran con euforia a su candidato presidencial, lo que lo lograron hasta el extremo de minimizar con su presencia las manifestaciones de rechazos que halló el aspirante a la reelección en algunos puntos de su trayecto.
Fue notorio el hecho de que algunos de los funcionarios y dirigentes peledeístas que accionaron en la pasada pre campaña de ese partido al lado de Danilo Medina, aunque formaron parte de la caravana, muchas veces se mantuvieron dentro de sus yipetas, cuando Fernández visitaba las casas previamente seleccionadas.
En la mayoría de los barrios visitados por el candidato presidencial del PLD nunca antes habían visto la presencia de un presidente de la República, por lo que Fernández tuvo la oportunidad de observar “a vuelo de pájaro” las condiciones en que se vive en esos lugares, especialmente las malas condiciones de sus calles, que nunca han sido asfaltadas, a pesar de los tantos años que comenzaron a ser habitados.
A esta ciudad, el Primer Mandatario llegó a eso de las 11:00 de la mañana y de inmediato se trasladó a la residencia del deportista Miguel Balaguer, ubicada en el exclusivo sector Cerros de Gurabo, donde permaneció por casi dos horas y luego visitó al conocido lanzador de las Aguilas Cibaeñas, José Lima, quien reside en los alrededores.
Seguido por decenas de funcionarios gubernamentales, tanto del ámbito nacional como local, el ejecutivo de la Nación inmediatamente salió de la residencia de Lima y se internó en barrios de clases media y baja, siendo el primero en visitar Los Cerritos, permaneciendo por varios minutos en la casa de Lidia Reynoso.
De ahí, Fernández y su numerosa comitiva se trasladaron a Hoya del Caimito, donde una multitud lo esperó frente a la vivienda de Bélgica Espaillat, conocida líder peledeísta de la zona y luego se presentó a la vivienda de Milagros Díaz, en la comunidad de Gurabo, donde permaneció por casi una hora.
Inmediatamente después se presentó a la vivienda del dirigente choferil peledeísta Basilio Valerio, localizada en El Ejido, donde conversó con él y algunos sindicalistas que lo esperaron en el lugar. En ese mismo barrio, Fernández visitó en sus casas a Amado Disla y el jugador de baloncesto Amaurys Filión, quien lo recibió con un grupo de deportistas locales.
A media tarde, Fernández visitó la casa de Carmen Reyes, ubicada en el barrio Los Ciruelitos, donde tomó un baño, cambió de ropa y participó en un almuerzo que la anfitriona preparó para la ocasión.
Siguiendo con el itinerario previamente preparado, el Primer Mandatario se trasladó luego al sector norteño de Los Salados, donde conversó por casi media hora con Chino Espinal, dirigente en esa zona del Partido de la Liberación Dominicana.
Al caer la tarde, hizo acto de presencia en el populoso barrio de Cienfuegos, donde escuchó las peticiones que les formularon residentes del lugar. En ese sector, aunque no estaba en la agenda, prepararon el escenario para que Fernández inaugurara el local del Movimiento “Leonel en Primera Vuelta” pero, aunque este pasó a menos de una cuadra del lugar, no se presentó al sitio, siguiendo para el barrio La Joya donde, en la casa de Carlos Infante, terminó el recorrido.