Para ello, se cuenta con un carril montado en el cielo de la habitación, que facilita el traslado del equipo hacia el paciente, en vez de que éste deba ser llevado hasta el imán. La mayoría de los sistemas intraoperativos de resonancia magnética son estacionarios. Se ubican en un lugar contiguo a la sala de operaciones, haciendo necesario que quien se opera sea movido físicamente durante el proceso quirúrgico.
"Las imágenes en tiempo real proporcionadas por la resonancia magnética intraoperativa mientras se lleva a cabo la cirugía nos ayudarán a ver si el cerebro ha cambiado y si hemos removido todo el tumor", expresa el doctor Robert Wharen, director del Departamento de Neurocirugía de la Clínica Mayo de Jacksonville, quien agrega que "esto mejora el resultado para el paciente, no sólo por una recuperación exitosa de todo el tejido canceroso, sino también porque el enfermo no requiere ser trasladado. Cuanto menos se mueve a una persona anestesiada, mejor."
Según IMRIS, la compañía que desarrolló este neurosistema, en la actualidad hay menos de una docena de otros centros médicos en Estados Unidos utilizando esta clase de equipo. El campus de Jacksonville de la Clínica Mayo es actualmente la única institución del área médica en el gran sudeste de los Estados Unidos que ha adquirido esta tecnología. "Esta es la mejor tecnología disponible hasta la fecha y estamos felices de poder ofrecerla a nuestros pacientes", enfatiza el doctor Wharen.
El IMRIS estará disponible en el verano de 2008, después que se inaugure en su campus, en abril del próximo año, el nuevo hospital de la Clínica Mayo. Las dependencias donde será instalado estarán ubicadas en el segundo piso, cerca del área de Radiología Diagnóstica. Se trata de una habitación de 168 metros quadrados separada de un quirófano mediante puertas deslizantes automáticas. Al toque de un botón, las puertas se abrirán y el imán de 1.5-Tesla Espree viajará, en sólo 90 segundos, a la sala de operaciones, suspendido por el sistema de carril techo-montado.