BUENOS AIRES, 23 oct (IPS) – Aunque Cristina Fernández es una abogada de clase media y extensa trayectoria política, su candidatura a la presidencia de Argentina es resistida entre los sectores más altos. En cambio, recibe un apoyo decisivo de la ciudadanía de menores ingresos, según analistas.
"La gente de más bajo nivel socioeconómico tiene una visión pragmática de la votación y en este momento prioriza la economía", explicó a IPS Roberto Bacman, del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP). "En el interior profundo, (Fernández) llega a tener entre 70 y 80 por ciento de las preferencias" de voto para las elecciones presidenciales de este domingo, indicó.
Alrededor de 27 millones de argentinos están convocados a las urnas para elegir presidente y vicepresidente, para lo cual se han presentado 13 fórmulas. También se votarán legisladores nacionales, provinciales y los gobernadores de ocho distritos del país.
Los sondeos coinciden en que Fernández puede ganar en la primera vuelta presidencial. Si accede a la presidencia, será la primera mujer elegida en las urnas de modo directo, puesto que la única en ocupar ese cargo hasta ahora fue María Estela Martínez (Isabel), pero asumió tras la muerte de su esposo, Juan Domingo Perón, de quien era su vicepresidenta.
Un estudio de CEOP finalizado el viernes indica que Fernández, esposa del presidente Néstor Kirchner y candidata del gobernante sector centroizquierdista del Partido Justicialista (peronista), recoge 44,3 por ciento de las adhesiones de los consultados, seguida muy de lejos por otra mujer, la abogada opositora Elisa Carrió, con 15,7 por ciento.
Para proclamarse presidente en primera vuelta en Argentina, el o la postulante que logre más votos debe tener 45 por ciento más uno de los sufragios, o más de 40 por ciento y 10 puntos porcentuales de ventaja respecto del segundo.
Pero el informe es revelador a la hora de medir el voto según niveles de ingresos de los electores. Bacman señaló que sólo 25,7 por ciento de los votantes de clase media y alta votarán por la esposa de Kirchner. El porcentaje sube a 38,5 por ciento entre la clase media baja, y se eleva a 54 por ciento en la clase de menores ingresos.
Los sectores medios y altos reparten sus preferencias en una oposición atomizada en múltiples opciones de derecha, centro e izquierda.
Los datos se confirman al analizar el voto según la ubicación geográfica. En las grandes ciudades, Fernández cae en los sondeos hasta ubicarse casi en un empate con Carrió u otros, pero afirman su respaldo en las empobrecidas provincias del noroeste y nordeste y en populosos distritos de los alrededores de Buenos Aires.
"La ruptura del sistema tradicional bipartidista (peronismo y Unión Cívica Radical) provocó un estallido en las lealtades partidarias de los votantes", explicó Bacman. Ahora se elige por criterios pragmáticos y más volátiles, dijo. Si Fernández garantiza la continuidad de un modelo que "los contiene", sostuvo, entonces la votarán.
A pesar de haberse beneficiado con la reactivación de la economía en los últimos cuatro años, la clase media y alta en cambio no respaldará mayoritariamente a la candidata del oficialismo. "Prefieren otro tipo de conducción, están más atentos a denuncias de corrupción y se inclinan por un voto más ideológico", resumió.
Estas interpretaciones pueden constatarse en el terreno. "Yo no sé todavía si votar por Cristina o por Carrió", confesó a IPS Estela Esquivel, una mujer de 32 años que trabaja como empleada doméstica y vive en La Cava, un asentamiento precario con 8.000 habitantes de la localidad de San Isidro, en la oriental provincia de Buenos Aires y en las proximidades por el norte de la capital.
"Me ilusiona la idea de votar a una mujer para que sea presidenta, como lo fue Evita", declara Esquivel confundida, aludiendo a Eva Duarte, la segunda esposa del presidente Perón. Es que Evita, como se la conoció, no llegó a ocupar ningún cargo público, pero construyó un liderazgo social sin precedentes desde su papel de primera dama en los años 40 y comienzos de los 50.
La duda entre dos candidatas rivales a una semana de votar revela esa falta de anclaje partidario que era un comportamiento marginal hasta hace 20 años. No son pocos los votantes que dudan entre las dos mujeres que, en rigor, están en veredas opuestas.
Pero el testimonio de Esquivel también muestra que los respaldos más fuertes de Fernández están en los barrios más humildes, donde, si bien queda mucho por hacer, hubo avances concretos.
Durante la gestión de Kirchner, iniciada en mayo de 2003, la cantidad de pobres se redujo de 57 por ciento de los 37 millones de argentinos a 23,4 por ciento, según datos oficiales. También el desempleo cayó de 18 a 7,7 por ciento de la población económicamente activa.
"Acá mejoró mucho el trabajo y el tema de la vivienda. Yo vivía acá en un solo ambiente con mi marido y cuatro chicos (niños), y ahora tenemos una casa con dos cuartos (habitación) y living comedor que vamos a empezar a pagar de acuerdo a nuestros ingresos cuando nos den la escritura, más o menos en un año", explicó a IPS.
La mujer admite que falta. Los beneficiados de este plan alcanzaron hasta ahora a sólo 25 por ciento de los habitantes del asentamiento. Pero es un comienzo y hay perspectiva, dice.
Consciente de este fenómeno, Fernández eligió La Matanza para cerrar el jueves su campaña proselitista. En ese distrito del oeste de Buenos Aires se concentran más votantes que en las cinco provincias de la Patagonia, al sur del país. La mayoría de sectores medio bajos y bajos.
"Los votantes de menores ingresos volvieron a tener fe y confían en el discurso del gobierno que hizo cambios y promete seguir profundizando ese camino", lee Bacman.
En cambio en el centro y vértice de la pirámide reina el escepticismo y muchos votantes se permiten elegir otras opciones seguros de que gana la candidata del oficialismo. Esto ya ocurrió en otras presidenciales donde el votante, confiado en que ganará la opción más conveniente para sí, ejerce un voto testimonial.
"No voy a votar por Cristina porque quiero aportar mi voto a un sector más comprometido con los temas que me interesan", dijo a IPS Silvana Gieco, una licenciada en comunicación social de la central provincia de Córdoba, que se inclinará por el cineasta Fernando "Pino" Solanas, del izquierdista Proyecto Sur.
Pero admitió que, si hubiera posibilidad de que gane Carrió u otros candidatos de centroderecha como el ex ministro de Economía del actual gobierno, Roberto Lavagna, entonces sí la votaría.
La economía lleva 60 meses de crecimiento consecutivos, tras haber transitado una prolongada recesión que derivó en el colapso económico, social y político de 2001. Actualmente, según CEOP, Fernández tiene una imagen positiva de 61 por ciento y su esposo, que está cerca de culminar su mandato, de 72 por ciento.
"La imagen positiva del presidente se mantiene alta, un dato inédito en la historia argentina tras cuatro años y medio de gestión", resalta Bacman. "Este es uno de los indicadores que sostiene en mayor medida los motivos de la elección de Cristina Fernández", concluyó el analista.(FIN/2007)