Andrés van der Horst Alvarez considero que la manera más sostenible de enfrentar el aumento del precio del petróleo es incentivando una cultura exportadora que permita al país generar las divisas que permitirán mantener un crecimiento de la economía y solventar una factura petrolera cada día más cara. Para el director ejecutivo del Consejo Nacional de Competitividad además de tener un plan de ahorro de energía y de promover fuentes alternas, “la medida más sostenida de enfrentar los precios del petróleo es la exportación. Asumir una cultura de exportación y convertimos en un país eminentemente exportador, será la vía para lograr de manera eficiente y sostenible el crecimiento con un precio del petróleo que casi llega a cien dólares”.
Van der Horst Álvarez reconoce que “cambiar toda esta estructura productiva de energía a una estructura productiva de energía no convencional, renovable en un país como el nuestro, va a durar 50 ó 60 años. Es por esto que hay que pensar cómo vamos a solucionar el problema a mediano y en el largo plazo, hablando de cinco o diez años, para que nuestros hijos no tengan ese problema”.
La semana pasada el petróleo llegó a cotizarse al récord de 90 dólares con siete centavos y cerró el viernes pasado a 88 con 60. Sin embargo analistas del mercado internacional auguran que el carburante podría llegar a los cien dólares. República Dominicana consume diariamente 110 mil barriles de petróleo, con una factura anual que sobrepasa los 13 mil millones de dólares.
Van der Horst Álvarez entiende que esa situación es insostenible para el país, sino impulsamos la generación de divisas a través del incentivo de las exportaciones de bienes y servicios.
“Para mantener un crecimiento sostenido de un 7% para los próximos 10 años y así duplicar el ingreso per cápita sin descuidar el desarrollo humano, tenemos que duplicar nuestras exportaciones y garantizar la sostenibilidad de nuestra balanza de pago”, aseguró el funcionario.
Entiende que impulsar las exportaciones en este momento “es la única manera de que en el mediano plazo podamos paliar esta amenaza”. Insistió en que “si vemos los casos de los países similares a los nuestros dependientes netos de petróleo, han podido cambiar su perfil energético en un espacio relativamente largo, pero su balanza comercial les permite crecer de manera competitiva porque promueven sus exportaciones con políticas e incentivos a la inversión para el desarrollo productivo y la exportación”.
Por esa razón consideró que es muy importante que el Congreso apruebe cuanto antes la Ley de Competitividad Industrial, que es un instrumento que propicia una cultura exportadora de cara al DRCAFTA y que a diferencia de la legislación que actualmente rige a las industrias nacionales, crea las base para una nueva industria dirigida a las exportaciones sobre todo para la pequeña y mediana empresa.