La Asociación Nacional de Productores de Pan solicitó al Presidente de la República la aprobación de un subsidio de 800 pesos al saco de harina de 120 libras, para impedir que se produzca un alza desproporcionada en los precios de venta de los productos derivados de la harina, especialmente el pan, cuyo consumo es vital en la dieta de la población.
Los empresarios Rufino Confesor Lendoff y José Ernesto Zorrilla, presidente y secretario general, respectivamente, de la indicada asociación, plantearon la imposibilidad que tienen los productores de pan de mantenerse en el negocio, debido a los altos costos de producción, los que se han situado por encima del precio de venta del producto final, lo que les ha venido acarreando pérdidas cuantiosas.
Refieren, que la única solución viable por el momento es que el gobierno acuda en su auxilio decretando un subsidio a la harina, que les permitirá hacer un pan de buen peso y a un precio que sea accesible para la mayoría de los consumidores.
Dijeron, que desde hace tiempo las empresas panificadoras están arrastrando pérdidas incalculables a consecuencia de los crecientes aumentos en el precio de los insumos, lo que ha provocado que cerca de 200 panaderías se hayan visto obligadas a cerrar sus puertas y más de dos mil trabajadores han perdido sus trabajos.
Expresaron los productores de pan, que la situación es insostenible y que requiere de una solución urgente en virtud de la importancia estratégica del sector y en razón de que el pan no solo es un bien de consumo masivo, sino que constituye el principal alimento en la dieta de los dominicanos.
Confesor Lendoff y Ernesto Zorrilla, sostienen la imposibilidad de los productores de pan de mantenerse en el mercado con los actuales precios y dijeron, que el aumento del pan es inevitable a partir de noviembre, por lo que sugieren como solución urgente la aprobación del subsidio.
“El subsidio es impostergable porque este sector ya no aguanta más. Todos los insumos que intervienen en la elaboración del pan han experimentado aumentos sucesivos que ya nuestras empresas no pueden absorber, sin riesgo de una descapitalización total y, por ende, la ruina y el colapso del sector”, sentenciaron.
Reiteraron que solo la intervención del gobierno con la concesión del subsidio podrá evitar que el precio del pan suba a 5 pesos la unidad, porque para no producirse esa alza los pequeños y medianos productores tendrán que desaparecer del mercado y miles de trabajadores perderán sus empleos, exclamaron.
Los costos de producción se ha disparado porque todos los insumos han subido de precio, entre los cuales están la harina, levadura, manteca, sal plástico, energía eléctrica, gas propano, salarios, tributación fiscal y otros, que hacen insostenible el negocio con la carga social que implica el cierre de las empresas panificadoras.
Dijeron que no existe una razón económica que justifique los aumentos excesivos en los precios de la harina, y atribuyeron la situación a que concurre en el negocio una ola especulativa entre los productores e intermediarios que hace que el producto suba de manera artificial.
Expresaron que los consumidores serán ampliamente beneficiados si el gobierno concede el subsidio porque recibirían un pan acabado y de buen peso, con precios al alcance de todos, lo que sería un gran aporte de nutrientes porque nadie ignora el poder alimenticio del pan, lo mismo que su facilidad de manejo y la economía que reciben la familia con su uso, ya que los sustitutos, como son los víveres resultan más complicados y costosos.