SANTO DOMINGO, oct (IPS) – Defensores de los derechos de los inmigrantes haitianos esperan que los enviados de las Naciones Unidas sobre racismo, xenofobia y derechos de las minorías que se encuentran en suelo dominicano comprueben la segregación que se denuncia dentro y fuera de este país.
Doudou Diène, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, y Gay McDougall, experta en asuntos de las minorías, llegaron a República Dominicana el martes y permanecerán hasta el lunes 29, por invitación del gobierno.
Su objetivo es recolectar información de primera mano sobre la segregación de los inmigrantes haitianos, denunciada por organizaciones de residentes y de derechos humanos, y luego presentar un informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"Espero que puedan constatar el hecho, y ellos verán si hay coherencia entre la realidad y las denuncias del maltrato y el trato racista y xenófobo contra haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana", dijo a IPS el sacerdote jesuita Regino Martínez.
La visita "es positiva y permitirá a los relatores ver lo que verdaderamente se denuncia", añadió Martínez, que desarrolla su labor pastoral en Dajabón, un pueblo fronterizo con Haití, situado a 300 kilómetros al noroeste de Santo Domingo y a 250 kilómetros de la capital haitiana, Puerto Príncipe.
Según datos no oficiales, en República Dominicana, de 8,5 millones de habitantes, residen más de 800.000 haitianos. El país vecino, con una población de 8,3 millones de persona, es el más pobre de América y lleva décadas sumido en la violencia y la inestabilidad interna.
"Espero que (la comisión) haga recomendaciones para revertir la discriminación y el racismo que se da en el país", dijo a IPS el coordinador de la Mesa Nacional para las Migraciones, Eddy Tejada, cuya organización forma parte de la Red Regional de Organizaciones Civiles para las Migraciones.
Tejada formó parte de un grupo de especialistas con los que los relatores tuvieron contacto el miércoles. En el encuentro también dialogaron con periodistas y otros profesionales. Los trabajos de los relatores incluyeron reuniones con representantes de las secretarías (ministerios) de Relaciones Exteriores, Salud Pública, Educación y Medio Ambiente.
Pero la visita no se limita a la capital dominicana, pues incluye las ciudades de Santiago y Dajabón y los bateyes, campamentos en los que viven hacinados los trabajadores de los ingenios azucareros), de San Pedro de Macorís, uno de los principales polos productores de azúcar del país.
La situación de los trabajadores haitianos en los bateyes trascendió al mundo este año a través de la denuncia de los sacerdotes católicos Christopher Hartley Sartorius, español, y Pedro Ruquoy, belga, de los maltratos que sufren en República Dominicana.
Ese testimonio apareció en el filme documental "The Price of Sugar" (El precio del azúcar), del productor estadounidense Eric Grunebaum, que se presentó en Canadá y Francia, y que muestra el trato inhumano al que son sometidos los trabajadores haitianos en los ingenios del GrupoVicini, consorcio propietario de tres de los principales ingenios del país.
Otras organizaciones no gubernamentales también sumaron esfuerzos en defensa de los inmigrantes haitianos. "Vidas en Tránsito: La difícil situación de la población migrante haitiana y de la población dominicana de ascendencia haitiana", presentado en marzo por Amnistía Internacional, recomendó al gobierno cambiar las prácticas abusivas de las deportaciones.
Para los defensores de este grupo poblacional, el maltrato en las deportaciones es el resultado de la xenofobia y el racismo enraizado en el país. Ochenta y seis por ciento "de las personas representantes de instituciones educativas entrevistadas cree que la sociedad dominicana es racista, y que este racismo se expresa en insultos, maltrato verbal, humillación e injusticia contra las personas negras".
Así lo recoge el informe "La actitud racial en República Dominicana", confeccionado por la Facultad Latinoamérica de Ciencias Sociales a petición del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes.
La población afrodescendiente está constituida por 11 por ciento de dominicanos negros y 73 por ciento de mulatos, mezcla de españoles y africanos.
República Dominicana y Haití comparten la isla de La Española, de 77.914 kilómetros cuadrados, la mayor parte, más de 48.000 kilómetros cuadrados, correspondiente a territorio dominicano. La frontera es de unos 380 kilómetros.
Aunque la visita de la comisión de la ONU fue por invitación oficial del Estado dominicano, según explicó a la prensa la subsecretaria de Relaciones Exteriores Alejandra Liviano, el Senado votó una resolución objetando su presencia.
La moción recibió el voto favorable de los 17 senadores presentes en la sesión, de un total de 33, pertenecientes a los tres partidos que dominan el cuerpo legislativo. La iniciativa respaldaba también las declaraciones del canciller Carlos Morales Troncoso, quien sostuvo que en este país no se discrimina ni a negros ni a haitianos. (FIN/2007)