Santo Domingo, 29 oct (PL)La furia de la tormenta tropical Noel, que pocos tomaron en serio, ocasionó hasta el momento cinco muertos e importantes daños materiales, además de mil 500 desalojados, informaron hoy fuentes oficiales.
Más de tres centenares de viviendas y un puente fueron destruidos por la fuerza de los vientos y los fuertes aguaceros que desde el domingo azotan esta capital y otras zonas del mediodía y el oriente quisqueyanos.
En la provincia de Barahona el servicio telefónico está interrumpido por el desplome de la torre de transmisión de una empresa telefónica.
Esta capital y otras zonas del país están sin servicio eléctrico y se ignora cuándo será restablecido pues los efectos de la sorpresiva tormenta aún son fuertes.
Las víctimas fueron ocasionadas, dos, por el derrumbe de una pared en el distrito La Ciénaga y, los tres restantes arrastrados por una inundación relámpago en la provincia de San Cristóbal.
Otras tres personas están desaparecidas en la zona de Ocoa, en medio del caos desatado por la tormenta, que expulsó de sus viviendas a un millar y medio de personas, según datos oficiales.
Aún cuando la furia del fenómeno atmosférico ha disminuido, la población se mantiene en sus casas debido a la inundación de las principales arterias debido a los más de 100 milímetros de agua caídos desde la mañana de ayer domingo.
Ese recogimiento es aconsejado por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y, sobre todo, por aguaceros que desde un cielo plomizo y ominoso se abalanzan sobre esta isla, compartida por República Dominicana y Haití.
Las alertas roja y amarilla siguen vigentes para 17 provincias con énfasis en algunas zonas.
Resulta paradójico que Noel, que nunca despertó grandes inquietudes, haya ocasionado daños tan severos mientras el ciclón Dean, un monstruo categoría 5, que tuvo en vilo al Caribe a mediados de agosto, pasó sin penas ni glorias.