SANTO DOMINGO.- El número de muertos subió a 66 y el de desaparecidos a 27, sin que las autoridades aun hayan completado el control de las zonas de desastres. Hay 52 comunidades incomunicadas, escasas de aguas, falta de comunicación y totalmente inundadas. Y es que aun 52 comunidades permanecen incomunicadas, y unas 62 428 personas evacuadas y llevadas a refugios. En esas zonas urge el envío de medicinas y medicamentos.
Los datos están contenidos en el décimo boletín de la Comion Nacional de Emergencia (CNE) que decidió incrementar la alerta roja para 31 provincias, unas 21 mil 503 personas se encuentran en refugiadas en 110 albergues ubicados en todo el país.
Innumerables problemas enfrentan esas zonas de riesgos, desde la falta de alimentos, agua y medicamentos. En muchos casos hay familias que lo han perdido todo y requieren de enseres para el hogar.
El director de de la Defensa Civil, general retirado Manuel Antonio Luna Paulino, informó que 62 mil 428 personas han sido desplazadas, de las cuales 40 mil 925 se encuentran en casas de familiares y amigos, y el resto en los refugios.
Reveló que unas 15 mil 607 viviendas han sido afectadas, de ellas 664 fueron totalmente destruidas y 14 mil 947 presentan leves daños. De acuerdo a los resultados presentados en la mañana de hoy por la CNE, el total de puentes y carreteras afectadas suman 35.
En rueda de prensa ofrecida en la mañana de este jueves Luna Paulino informó que un total de 392 mil 102 tareas de productos agrícolas fueron inundadas.
Indicó que las siembras más afectadas fueron los plátanos con 220 mil 808 tareas; el arroz, con 67 mil 887 tareas; frutales 29 mil 112; guineo 10 mil 330, entre otras.
Informó el sistema de agua potable fue afectado, ya que el sistema de bombeo del río Baní sufrió daños importantes, asimismo informa que en Guayabal de Azua no hay servicio de agua, ya que la tubería de conducción fue afectada por la crecida del río Vía.
También, en esa misma provincia el cableado que alimenta la electro bomba del acueducto de Baní fue afectado por los fuertes vientos de la tormenta.