ROMA, nov (IPS) – "Mi primera obligación es para con los necesitados: los niños, los ancianos, los pobres", dijo a IPS el presidente de Bolivia, Evo Morales, entrevistado en la capital de Italia.
Morales visitó esta semana el país europeo para recibir un premio en reconocimiento por el compromiso de su gobierno con la solución de los problemas sociales y de salud pública, a los que considera "prioridad política".
El galardón le fue impuesto por el Centro Pio Manzù, instituto de investigaciones económicas, científicas y sociales radicado en la nororiental ciudad italiana de Rimini.
Morales aprovechó su visita para entrevistarse con el presidente italiano Giorgio Napolitano y con el canciller Massimo D’Alema. Además, se reunió con miembros de la comunidad de bolivianos en Italia (unas 30.000 personas) y con organizaciones de la sociedad civil de este país.
Morales dijo a los bolivianos en Roma que, desde su elección como presidente en diciembre de 2005, el ingreso anual por impuestos a la industria petrolera aumentó de 300 millones de dólares a 2.000 millones.
El gobierno se ha dedicado a utilizar ese dinero en programas de educación, salud y microcrédito, afirmó.
"Para aumentar los ingresos no es necesario crear impuestos adicionales, sino, simplemente, usar mejor los recursos naturales", dijo Morales entrevistado por IPS. Con el fin de avanzar hacia ese objetivo, "necesitamos socios, no amos", agregó.
IPS: El premio que le entregó el Centro Pio Manzù destaca los programas de su gobierno para dar un mejor acceso a la salud y a la alimentación, en especial de niños y niñas. ¿Podría detallarnos qué pasos ha dado en esas áreas?
EVO MORALES: Nuestro desafío es trabajar para todos los bolivianos sin priorizar ningún sector, pero mi primera obligación es para con los necesitados: los niños, los ancianos, los pobres. Con los niños, también estamos implementando una política de Hambre Cero.
Nuestros próximos pasos se concentrarán en la nutrición. Estamos implementando este año un proyecto para la elaboración de leche y yogurt. He sugerido –y espero que dé buenos resultados– hacer yogurt con quinoa (cultivo de la región andina conocido por su contenido de proteínas).
Capacitaremos a los alcaldes para que compren esos productos y los daremos a niños en sus almuerzos escolares. ¿Por qué no usar lo que tenemos, en lugar de importar galletitas de Argentina?
Además, identificamos tres plantas procesadoras de jugo de naranja en diferentes regiones que añadirán leche a su producto. Los niños lo beberán gratis en su almuerzo escolar. Tengo otros planes, pero necesitamos desarrollarlos más.
Daremos a nuestros niños un cuarto de litro o medio litro de leche por día. Ya tenemos la maquinaria preparada para hacerlo. Pronto recibiremos otras plantas procesadoras, incluso para cítricos.
— Su gobierno ha recibido asistencia de Cuba para fortalecer los servicios de salud.
— Hemos fortalecido el acceso a la salud en todo el país. Cuba nos donó hasta ahora 40 hospitales de segundo nivel y 11 centros de atención oftalmológica. Hemos realizado entre 100.000 y 150.000 operaciones de ojo. En esos hospitales también se atendió a la gran mayoría de los 380.000 bolivianos afectados por las inundaciones de febrero.
— ¿Cuál es el resultado de estas políticas?
— En Bolivia, una operación oftalmológica cuesta, por lo general, unos 1.000 dólares. En Europa, se me dijo, entre 3.000 y 4.000. Imagínese cuánto hemos ahorrado para el pueblo boliviano, y con buenos resultados. No sólo se han beneficiado pobres: también coroneles, generales, abogados, gente de clase media.
— Según la ONU, casi 40 países del mundo adoptaron leyes contra la violencia doméstica que sufren las mujeres. Trece de esos países están en América Latina, y Bolivia es uno de ellos. ¿Cuáles son sus políticas al respecto?
— La primera acción fue fortalecer las brigadas de protección de mujeres (grupos femeninos que protegen a las mujeres y a sus hijos). Las mujeres policías tienen nuevos poderes y son muy eficientes, pero necesitamos mejorar más en este aspecto.
Estos problemas me dan vergüenza. Se necesita nuevo equipamiento para entrenarlas, y aún tenemos pocos recursos financieros. Los más débiles y más acosados son, usualmente, mujeres y niños, y necesitamos hacer algo en conjunto. Las municipalidades no son lo suficientemente eficientes, quedan varadas en la burocracia.
Pero hemos tenido resultados interesantes, y mi trabajo es fortalecer y apoyar estas iniciativas. Hay algunas mejoras en la policía para ayudar a proteger a la familia, comenzando con las mujeres. Y, por primera vez en su historia, Bolivia tiene ministras.
— ¿Cuántas mujeres hay en su gabinete de gobierno?
— Cinco: las ministras de Salud, Educación, Microempresa, Agricultura y Justicia. Las mujeres analizan de mejor manera los problemas desde el punto de vista social y económico, y también del familiar.
— ¿Cuáles son sus planes, además de los de educación y salud, para alcanzar los Objetivos de las Naciones Unidas para el Desarrollo del Milenio?
— En el plano social buscamos la equidad. En el político, eliminar la discriminación. Y en el económico, hacer un buen uso de los recursos nacionales.
Nuestro programa de desarrollo social tiene dos medidas importantes. Una es el Bono Dignidad, una pensión vitalicia por la cual los mayores de 60 años reciben 200 bolivianos mensuales (el equivalente a 25,6 dólares). Casi 90 por ciento de los profesionales de Bolivia se retiran sin una jubilación.
La segunda medida es el Bono Escolar Juancito Pinto, también de 200 bolivarianos al mes, destinado a la compra de artículos escolares. Aunque también lo usan para comprar calzado, que es, de otro modo, inasequible para la mayoría de los niños de áreas rurales.
— Hablando de grandes diferencias de ingreso, usted se refirió a la importancia de reducir los desequilibrios entre los países europeos y Bolivia para desalentar la emigración. ¿Cuáles son sus planes?
— Atraer inversiones, fortalecer la economía, utilizar nuestros recursos naturales e industrializarlos para obtener mayores recursos y apoyar a los jóvenes y a los pobres elevando sus salarios. Pero no es fácil.(FIN/2007)