A los dominicanos nos gusta la política, y en casi todo la metemos como una forma de sacar ventaja, o desmeritar al contrario.
Quizás hemos sido una de las naciones más politizadas tras el paso de la tirania a la democracia, pero igualmente hemo s sufrido de una falta grave y es la preparación para enten- der cuando la ciencia-arte debe estar o no presente.
Los momentos actuales, dolorosos para todos los dominica nos, no deben ser utilizados para politizar, errores se come tieron en cantidades, pero eso no implica que lo mismo no sucediera en el pasado, y que no halla pasado en otrois as-pectos de la vida nacional.
La hora no es precisamente de lamentaciones ni de buscar culpables, no es hora de llorar sobre lka leche derramada, sino todo lo contrario, es hora de aunar esfuerzos para salir lo mejor parado posibles de una situación que topdavia no se ha comenzado a sentir en su gran dimesión, por lo que dbeedmos bnuscarle paliativos a los males del futuro inme diato.
Miguel Vargas Maldonado ha presenmtado al gobierno y al país lo que son su propuesta, su forma de ver y de socluci-nar las cosas, nadie tiene derecho ni a rechazarlas, ni a cri ticarlas, sino a estudiarlas, ponderarlas, y aplaudirlas por-que es el primer candidato que presenta solcuiones, que no critica, que no acusa, que no usa el doloroso momento para hacer campaña, estamos inmenrsos en buscar grandes solu ciones a nuestros grandes males, agravados ahora, y seria de muy mal gusto darle al mundo el feo ejemplo de la una re batiñapor razones politiquieras eleccionarias.
La política es bella, es una ciencia, se debe estudiar y leer mucho, pero igualmente es realidad y cobra su cuota, no de bemos perdernos en el fango del desmedido afán de desprestigiar para lograr voluntades, ya llegará su mome nto.