Las supersticiones pueden provenir de la generalización de una sucesión de hechos que se han repetido varias veces, como por ejemplo: al pasar bajo una escalera alguna vez se provocaría la caída del trabajador o de las herramientas que están arriba… En ese sentido contienen una sabiduría popular común a los dichos y proverbios.
Lo que distingue a las supersticiones de la sabiduría y el sentido común es que con ellas se afirma una relación causal entre acontecimientos debido a fuerzas supra-normales: destino, poder de los astros, de los ritos mágicos, de los espíritus, etc. Esta forma de proceder es contraria a la razón, que analiza las relaciones desde las causas inmediatas y descubre las leyes naturales que rigen las proporciones.
Hoy, en algunas sociedades humanas se aprecia un proceso de liberación creciente de las supersticiones y con el desarrollo de la ciencia éstas se relegan a un puesto secundario. Sin embargo, son muchas las que todavía subsisten y que para un gran número de personas cumplen un papel positivo de estabilidad en su psiquis.
Veamos el posible origen de algunas de las más populares supersticiones:
Atchuuuu, ¡salud!: En la antigüedad, estornudar era visto como un augurio. Si se estornudaba hacia la izquierda era señal de mala suerte y a la derecha, de buena. Para cualquiera de los dos casos los griegos exclamaban "¡Vivir! ¡Que Zeus te conserve!" En la era del cristianismo, durante el pontificado de Gregorio I, miles de personas murieron a causa de una feroz peste que cayó sobre Roma. Se dice que miles de cristianos murieron justamente estornudando y que de ese acontecimiento proviene el "¡Salud!" "¡Jesús!" y otras expresiones.
Espejito, espejito: La superstición de que quebrar un espejo te traerá siete años de mala suerte proviene de una vieja creencia que decía que romper un espejo era sinónimo de hacer daño al alma. También la mala suerte se atribuye a un factor económico. En la Italia del siglo XV, los espejos eran fabricados con el dorso de plata y, por su fragilidad, eran tratados con sumo cuidado para que no sufrieran daños. Los sirvientes que los limpiaban eran advertidos de que si llegaban a quebrarlos, siete años de mala suerte recaerían sobre ellos. Ahora, ¿por qué siete años de mala suerte? Debido a la creencia de que el cuerpo cambia fisiológicamente cada siete años.
. 13, número fatal: Desde tiempos remotos el número trece ha sido fatídico. La connotación negativa que se le atribuye se debe a la muerte violenta que sufrieron varios dioses decimoterceros de la antigüedad, y también por la suerte que corrió el decimotercer invitado en la Última Cena: Cristo. Recordemos que Jesús y sus apóstoles eran trece y a menos de veinticuatro horas después de esta cena, fue crucificado.
. Caminar debajo de las escaleras: La superstición que asegura que es de mal agüero caminar debajo de las escaleras tiene su origen en el miedo de ser colocado en la horca. Las escaleras se usaron hace varios siglos para colgar las sogas en los cuellos de los condenados a muerte y por eso, a quien se le viera caminando debajo de ellas se le atribuía un futuro nefasto.
Le saco la sal: Según la superstición, si accidentalmente derramamos sal hay tomar un poco y arrojarlo por encima del hombro izquierdo. Antiguamente se pensaba que si no lo hacíamos el diablo esperaría pacientemente hasta robarnos el alma. De ahí que el hecho de arrojar sal implicara enceguecer al demonio temporalmente para que el espíritu volviera a su buena suerte.
¡Se me cruzó un gato negro!: En el antiguo Egipto se pensaba que los gatos tenían alma y eran venerados como verdaderas deidades. Ya en la Edad Media, cayeron en desgracia debido a su rápida reproducción. Así, sólo ancianas y mujeres asociadas a la brujería los alimentaban y cuidaban de ellos. Se dice que eran utilizados en rituales mágicos, lo que probablemente explica la actual creencia de que si se te cruza un gato negro, la mala suerte caerá sobre ti.
Toco madera: Antiguamente, los pueblos célticos consideraban a los árboles como dioses y les rendían culto. Rituales y ceremonias para espantar la mala suerte eran celebrados alrededor de ellos. La actual superstición de tocar madera viene de estas celebraciones.
. Sobre el luto: Las viudas deben vestirse de negro, según la tradición europea, para que se hagan menos visibles al espíritu de sus maridos muertos. En la antigua Europa, las viudas respetables debían usar ropa negra durante siete años.
Arroz a los recién casados: La costumbre de lanzar arroz a los recién casados después de de la ceremonia provine de de una antigua superstición que consistía en echar trigo sobre la novia, como un símbolo de fertilidad. La idea era que ella debería concebir y parir hijos de la misma forma en que el trigo produce pan.
Luna de miel: Sobre esta frase o tradición se cuentan varios orígenes:
1.-En Babilonia, hace más de 4,000 años, el padre de la novia proveía al novio de toda la cerveza de miel que podría beber durante un mes (una luna).
2.-En los tiempos romanos, la madre dejaba una vasija de miel cada noche, en la alcoba de los recién casados. Este ritual tenía una duración de un mes (una luna).
3.-Era costumbre de los teutones (alemanes), tomar aguamiel fermentada durante treinta días (una luna). Esta bebida tiene poderes afrodisíacos.
4.-Una leyenda cuenta que el novio raptaba a la novia y la ocultaba durante un ciclo lunar (30 días), tiempo durante el cual tomaban miel y vino.
5.-Otros dicen que la frase es más reciente y que se debe a que las primeras noches de los recién casadas son románticas (por luna) y dulces (por miel).