Cada gobierno tiene su estilo de hacer las cosas. El estilo del Presidente Leonel Fernandez, sus voceros, periodistas y funcionarios es de control computarizado y/o globalizado. No se les puede quitar, envían correos para anunciar moños gratis, para dejarnos saber de las virtudes de la Primera dama, y hasta para anunciar que el desayuno escolar se ofrecerá a través de un ciber-café. Eso mientras debajo de una mata de aguacate se imparte docencia…
Si se pasara inventario, el PLD de Leonel Fernández Reina, su gobierno se lleva el certificado como el mas activo en anuncios, convocatorias, ruedas de prensa, etc etc etc. Al Cesar lo que es del Cesar”, no ha pasado por la República Dominicana un gobierno mas pomposo y fancy que el de Leonel Fernández Reina.
Es por estos méritos bien ganados que no me calo los argumentos de los voceros de prensa de este gobierno en la urbe: “Leonel Fernández no tiene la culpa de los aguaceros y vientos…, Leonel no estaba fuera del país. Ni estaba haciendo campaña. El suspendio una actividad política que tenía en Moca ese día, cuando Meteorología informó de la situación de la vaguada fuerte, no de tormenta”…Bla-di-bla-di-bla-di-bla. No se me ocurre otra expression que la típica y de uso en USA cuando alguien intenta justificar lo injustificable…e incluso muestra ignorancia blanda, pues ignoro donde estaba Leonel Fernandez, pero el canal official antes que emitir avisos y documentar a una poblacion indefensa, se ocupaba de ‘edificar” a la nacion sobre el cuestioinado prestamo de la Sunland. Y entonces a quién le creo?
Por ese mérito galopante de globalización y Ruedas de Prensa y anuncios a mansalva es que justamente la catastrofe no es natural –aunque asi aparente ser-., aunque asi nos la vendan y asi la compremos los dominicanos/as de buen corazón de allá, y, de aquí. No, esta catastrofe, la tragedia que vive República Dominicana, no es natural, es social.
Djemos a Dios tranquilo. Le pregunto al gobierno de Fernández por qué no ha velado por la seguridad urbana de los habitants de RD? O seguirá el chantaje psico-emocional de que “es tiempo de unidad y no debemos buscar culpables”…Por el contrario, la filantropía se viste de gala cuando empoderamos al prógimo con la claridad y la información: Demos pan al hambriendo diciéndole quienes son el Grupo Marcano. Hablemos de Ecología y de la extracción de arenas de nuestros ríos, de las legislaciones de áreas protegidas.
Es cierto que Leonel Fernández no tiene la culpa “de los aguaceros y vientos”, pero sí la tiene por no haberle dado mas opciones a los miles y miles de domincanos que viven a orilla de los ríos. Tiene la culpa de no enfocarse en planeamientos que eviten estos ensanchamientos urbanos. La tiene por su empecinamiento en la construccion de un Metro en seguimiento a su equizoide idea de un Nueva York Chiquito, lo cual no prueba otra cosa que su condición de trnsfuga oportunista por los cruces del Alto Manhattan
Uso el subjetivismo como estandarte, para sino explicar lo ocurrido, dotar los hechos de una lógica política la que deviene dirigida por el gobierno de Fernandez para destruir lo poco que queda de Nación… El verdadero Noel, no es otro sino el León que encierra la cábala nominal de Leonel Fernández, el Presidente que nunca debió ser…Es él y no la naturaleza, ni mucho menos Dios, quien viene destruyendo lo urbano y emocionalmente posible de Quisqueya, la bella.
Mientras el León, que es lo mismo que Noel, se exhibe entre la multitud damnificada como el salvador y son sus periodistas y funcionarios pagados los que se creen en el derecho de responder todo cuanto se diga o comente en contra del León mal rugiente, un equipo de voces impagables, incomparables e implacables contra viento y marea hace uso del subjetivismo para dejar constancia que no todo es compra y venta en las lides periodísticas
Pero entiendo que “estamos en campaña porque hay alma que salvar”… señor presidente, señores periodistas ?. De ahí que mientras la Internet -el fuerte de este gobiernazo y sus periodistas vendidos-, nos dejo saber la gravedad como preludio, Fernández y sus periodistas se ocupaban de argumentos fallidos y fuñidos sobre el préstamo de la Sunland.
La meta confundir y convencer. Que alguien me diga si la confusión y el convencimiento no forman parte también del arsenal de armas de la subjetividad? La tormenta Noel azoto nuestra ciudad Primada de América. Quisqueya se lleno de lunares de agua…pero la fe de causa es porque existe, persiste una sed que la oficialidad de Leonel Fernández Reina, sus funcionarios, sus periodistas vendidos, regents, y tunantes culturales aun no llena, por mas globalizados que estén.
Ah!!. Pero ahora le toca el turno de tapa-boquete a la diáspora…Y seguiremos diciendo presente. Pero presente primero en las organizaciones de la comunidad dominicana cuya tradición las sitúan fuera de los frentes partidistas…y sí tiene que ser, preferible todo, menos los centros de dominios de Leonel Fernández en la comunidad dominicana de NY.
Dejo a los lectores de Ensamble un texto de Roberto R. Rodríguez…publicado en su blog….
Aguaitando,
Otra vez la hora de la diáspora!
Otra vez los buenos y verdaderos dominicanos que residimos en el exterior hemos sido convocados por la implacable fuerza de la naturaleza para que vayamos en ayuda de nuestros hermanos desvalidos que han sido abatidos por el paso de la tormenta Noel, convertida posteriormente en huracán.
Nunca como en estas ocasiones somos buenos y angelicales los dominicanos que vivimos fuera. Pero sobre todo quienes estamos en territorio norteamericanos.
Como siempre, la tragedia ha convocado y a nosotros se nos llama para, como en otras ocasiones, usarnos en la desgracia y después tirarnos al cesto.
Cuando no es en circunstancias desgraciadas como la que motiva esta convocatoria, entonces los malos y perversos dominicanos en la media isla, nos estigmatizan y nos convierten en la causa de los todos los males sociales que sus perversidades le han provocado a esa nación digna de mejor suerte.
Los dominicanos que residimos en Estados Unidos somos los “dominicanyorks” que hemos transculturizado el país con la cultura de los “cadenuses” que ha contaminado a las últimas generaciones.
Es así como nos responsabilizan de todos los males que como gérmenes carcomen los estamentos de decencia, estirpe y buenas costumbres a las últimas generaciones.
Nosotros somos quienes importamos a través de los repatriados a los vendedores y consumidores de drogas que han invadido el país por las cuatro esquinas.
Somos quienes a través de los repatriados enraízan en el país la cultura de los robos de vehículos, su desmantelamiento y venta por piezas.
Somos los “dominicanyorks” quienes mediante los repatriados hemos inducido a la juventud dominicana a la venta y tráfico de armas, tratas de blanca y consumo en demasía de bebidas alcohólicas.
Para esos “honorables” dominicanos, los “dominicanyorks” somos los únicos responsables de la delincuencia que hoy abate al país y que la sacude por los cuatro costados.
En fin, somos nosotros los causales de todos los males que de un tiempo a esta parte padece la nación que un día, con el mejor de su sueño, fundó Juan Pablo Duarte para disfrute y beneficio en igualdad de condiciones para todos los quisqueyanos.
Podría alegarse que el momento que vive el país después de la tragedia de Noel, no es para remover inoportunamente cosas que no tienen sentido en tales circunstancias. ¡Pues no! Es el momento de estrujar en su cara la falsía y la hipocresía de quienes pretenden usarnos siempre como condones.
Hay que estrujarles en la cara a los farsantes de ocasión, que hasta dónde tenemos conocimientos, Quirino no había venido a Estados Unidos, y por tanto no había regresado repatriado al país, cuando se le detuvo y se le acusó de ser el mayor traficante de drogas en ese momento y para ello usaba su condición de “capitán” de las fuerzas armadas.
Hasta donde se sabe, ninguno de los jerarcas militares y policiales que estaban detrás de Quirino y se beneficiaron de sus operaciones, detenidos o no, habían sido repatriado.
Pero tampoco había sido repatriado ninguno de los bandoleros que quebraron el banco Baninter y estafaron al pueblo dominicano con miles de millones de dólares, los cuales encontraron cómplices en la “honorable” justicia dominicana, cuyos jueces jamás tampoco, hasta dónde se tiene conocimiento, habían sido repatriados de Estados Unidos.
Nadie, sin hablar mentira, puede decir que las pandillas de delincuentes que fomentan la violencia en barrios, calles y ciudades de la República Dominicana, están encabezadas por repatriados.
Hasta dónde se conoce, en las alturas de este o anteriores gobiernos, han servido dominicanos repatriados de los Estados Unidos, en los cuales se cometen cada día actos de delincuencia en sus más diversas manifestaciones.
Incluso, si alguno puede aparecer que sea capaz de llegar al extremo de incurrir en violaciones constitucionales y disposiciones legales que en cualquier otra nación lo harían reo de la justicia, como es la de obtener préstamos a espalda de las instituciones que tienen la responsabilidad de aprobarlos y comprometer con ello el crédito internacional, puede asegurarse que ese no es un repatriado. No hay ninguna información que confirme que entre esos repatriados hay alguno que haya podido aprender esa in conducta en funciones públicas de Estados Unidos.
Las verdaderas causas de los males que hoy sacuden a la nación dominicana se encuentran en el "Barómetro CIES-UNIBE, Segunda Radiografía Socio Política de la República Dominicana”, llevada a cabo por el Centro de Investigaciones y Estudios Sociales (CIES) y la Universidad Iberoamericana (UNIBE).
Aunque el trabajo de campo de la investigación se efectuó del 10 al 18 de septiembre del año 2005, las manifestaciones dos años después dejan claramente establecido que las causas que muestra siguen siendo las mismas
En efecto, el estudio registra que para los dominicanos y dominicanas los cinco problemas más importantes en estos momentos son:
1-La delincuencia y/o la seguridad pública, señalado por 20.6 de cada 100 ciudadanos.
2-El desempleo, señalado por cada 16.6 de cada 100 ciudadanos
3-La inflación y/o aumento de los precios, señalado por cada 15.3 de cada 100 ciudadanos
4-El consumo de drogas, señalado por cada 13.5 de cada 100 ciudadanos
Y ,
5-la pobreza, señalado por cada 12.9 de cada 100 ciudadanos.
Si de algo adolece ese estudio, es que ignora la corrupción a todos los niveles como un factor determinante en la degradación e inversión de valores que hoy vive la sociedad dominicana. Pero además en ninguna señala a los repatriados como factor de alguna de esas urgencias.
En tanto, los “dominicanyorks” otra vez somos esta vez a causa de la tormenta Noel, un remo para llevar a puerto seguro la embarcación de la nación, cuya máquina ha sido inundada por la inclemencia de una tormenta que parece un ajuste de cuenta de la naturaleza ante la indiferencia y la irresponsabilidad de los quisqueyanos en asumir la defensa de los mejores intereses nacionales, hoy vilipendiados por una cáfila política que se acuna en los tres principales partidos que han convertido el Erario en una fuente inagotable de enriquecimiento ilícito.
Otra vez los dominicanos tenemos que ir en auxilio, y no creo recomendable que nada que se vaya a enviar a los necesitados, se haga a través de ningún político, partido o institución vinculados a esas pandillas, ya oficiales o de la oposición.
A esos políticos y sus partidos, que nos avergüenzan, debemos mandarlos al paseo con su demagogia y engaño, y lanzarles el reto de que dejen de seguir traficando con la miseria y las necesidades de los damnificados de ahora y de siempre de las riquezas y de las esperanzas frustradas.
Que se dejen de andar repartiendo gallinas, sobrecitos, salamis y pesitos y dispongan de los fondos que les ha otorgado la Junta Central Electoral para sus respectivas campañas y verdaderamente los dediquen a superar esta tragedia nacional.