ROMA, nov (IPS) – Redacciones cada vez más pequeñas y con menos recursos, ventas y audiencias en descenso, supresión de corresponsalías en el exterior, concentración de la propiedad de los medios de difusión, diarios que se marchitan… ¿Acaso el periodismo se está autodestruyendo? ¿Podrá sobrevivir la prensa independiente?
"Sí", asegura Charles "Chuck" Lewis, una de las voces más respetadas del periodismo actual, quien fundó en 1989 el Centro para la Integridad Pública.
Esa organización está dedicada a elaborar artículos de investigación "al servicio del interés del público" y a analizar cuestiones relacionadas con la ética profesional. Lewis es hoy presidente del Fondo para la Independencia del Periodismo, con sede en Washington.
La respuesta a los problemas, dice, es el periodismo sin fines de lucro.
Lewis fue productor de "60 Minutes", el más tradicional y prestigioso programa de noticias de la cadena de televisión estadounidense CBS. Escribió, entre otras publicaciones, para The New York Times, The Washington Post, Los Angeles Times, The Christian Science Monitor, The Nation y Columbia Journalism Review (CJR), revista de análisis editada por la Escuela de Periodismo de la neoyorquina Universidad de Columbia.
— El periodismo de investigación es caro y también puede ser riesgoso. ¿Quién va a pagar por él?
— Individuos con dinero y conciencia cívica, que crean en el concepto de una ciudadanía informada y el periodismo al servicio del público, a nivel local, regional, nacional e internacional.
Un trabajo de calidad va a llamar la atención y otras fuentes de ingresos pueden aparecer: publicidad, aportes de los suscriptores, asociaciones con los existentes y huecos medios de prensa que pertenecen a grandes grupos y están desesperados en la búsqueda de contenidos, entre otras.
En algunas partes del mundo, Europa por ejemplo, los subsidios del Estado o fondos del gobierno son otra posibilidad, como en el caso de la BBC en Gran Bretaña.
— Usted escribió un artículo para el CJR, "The Non-profit Road: It's Paved not with Gold, but with Good Journalism" ("La vía sin fines de lucro, pavimentada no con oro sino con buen periodismo"). Allí dice que, al tiempo que los diarios se vayan convirtiendo en "híbridos impresos y digitales", los ingresos por publicidad no llegarán a cubrir el costo salarial del personal periodístico. ¿Qué sucederá mientras tanto?
— Continuarán los recortes, se cerrarán más corresponsalías, las investigaciones no tendrán suficientes fondos o no serán iniciadas. Algunos medios de prensa dejarán de existir o se volverán irreconocibles en relación con lo que hemos considerado como noticias. Ofrecerán, en cambio, notas sobre celebridades, espectáculos, deportes y el clima, camufladas como "noticias".
— ¿Qué opina sobre modas como la del llamado "hiperlocalismo" de los medios de prensa?
— Los diarios de Estados Unidos fueron inicialmente excesivamente localistas. Publicaban las fotos de cada niño en la escuela, qué sirvieron en el comedor escolar ese día, etcétera. Quizás esa clase de información –y los ciudadanos que la necesitaban– es lo que generó la dependencia de los lectores, una audiencia, y, por fin, la base para incluir notas profundas. En sí misma no es nada especial. Si evoluciona puede ser apasionante e importante.
— Según un informe del Proyecto para la Excelencia en el Periodismo hay una "desconexión" entre el público y la prensa. Aunque los periodistas se ven a sí mismos cumpliendo un servicio público, la gente pone en duda esa visión romántica y piensa que los periodistas se engañan a sí mismos o mienten. En medio de grandes recortes en los medios de prensa y la irrupción del "periodismo ciudadano" –en el cual es el público quien escribe las notas que se publican– los periodistas profesionales están a la defensiva. Usted habló de una profesión bajo sitio. ¿Cómo deberían reaccionar los periodistas?
— Los blogs y el "periodismo ciudadano" han incorporado un elemento importante de asunción de responsabilidades y rendición de cuentas por parte de los medios de prensa y, hasta me atrevería a decir, un matiz de humildad y autoconciencia en muchos periodistas.
Cada una de sus palabras es analizada y criticada. Los periodistas deberían estar, y están, alarmados, increíblemente inseguros sobre "el negocio" y la profesión en sí misma, reconociendo el precario estado de la situación.
La mayoría de los ciudadanos no comprenden totalmente la seriedad del tema porque, al menos en Estados Unidos, se encuentran alegremente distantes e ignorantes sobre el carácter intricado de la política, los negocios y el precio del poder. La democracia sin una ciudadanía informada es una charada.
Seis meses después de la invasión de Estados a Unidos a Iraq en 2003, sesenta por ciento de los estadounidenses todavía creían que Saddam Hussein y su país tuvieron algo que ver con los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
— ¿De qué forma pueden los medios de prensa sin fines de lucro salvar al periodismo independiente?
— No están directamente atados a la publicidad y el mercadeo, a los impulsos e imperativos comerciales. Los artículos se escriben porque alguien debe hacerlo, sin el requerimiento de que sean excitantes o divertidos. Es, simplemente, periodismo al servicio del interés público.
Se debe revelar quiénes aportan dinero y la transparencia es importante para ganar credibilidad y respeto. En última instancia, el trabajo debe ser consistente. Si lo es, el medio de prensa puede florecer con un liderazgo competente.
— Usted fundó el Centro para la Integridad Pública en 1989 con su propio dinero y se dedicó a buscar aportes filantrópicos. En 2004, contaba con 40 personas trabajando a tiempo completo y 20 becarios a sueldo que realizaban tareas de investigación a tiempo parcial. Tenía un presupuesto anual de 4,6 millones de dólares. ¿Se puede imitar este modelo?
— Creo que puede haber un Centro para la Integridad Pública en países de todo el mundo. No estoy bromeando. ¿Las personas ricas y educadas se preocupan por sus países y el estado del mundo, o permanecen al margen, acumulando egoístamente su dinero en cuentas bancarias en el exterior?
Estados Unidos tiene un sistema que alienta la creación de instituciones filantrópicas que crecen y les permiten realizar deducciones de impuestos. Muchos países no cuentan con una herramienta similar, pero existen ciudadanos ricos, educados y comprometidos en todos lados, al igual que periodistas que necesitan un lugar de trabajo. Creo que hay una confluencia natural.
— Según un análisis de 36 sitios de Internet de diversos medios realizado por el Proyecto para la Excelencia en el Periodismo, éstos se han preocupado más por explotar la inmediatez que por su potencial para la cobertura en profundidad. Si se observa una muestra más amplia, parece que no están interesados en un periodismo original, ni mucho menos en proyectos de investigación ambiciosos. Muchos sólo agrupan o acumulan información. ¿El periodismo sin fines de lucro tiene aún que recorrer un largo camino?
— Esa acumulación de información de otras fuentes es un problema. Nadie quiere pagar los costos de una búsqueda de artículos originales: es cara, lleva tiempo y, si se trata de una investigación o de un tema internacional, también implica riesgos.
En algún momento, el reciclaje del contenido de otros se volverá obsoleto. Con la explosión del video y el audio, que es más atractivo para los jóvenes, el periodismo de investigación tendrá sitios específicos para quienes estén interesados. Y se ofrecerán presentaciones novedosas, más ágiles y superficiales de temas en profundidad, pero en formato multimedia.
A medida que mejora y se extiende el uso de la banda ancha, un documental completo se puede ver en Internet, como ahora, pero con mayor contenido de investigación. Y a medida que se unifique la pantalla de la computadora y de la televisión, bueno, cualquier cosa es posible. Esta es la parte apasionante de esta conversación.
— ¿Qué opina de la responsabilidad y el carácter anónimo en Internet?
— Es un problema. Si nadie se hace responsable por el contenido, no hay credibilidad, por lo menos para mí. Pero algunos bloggers están tomando conciencia acerca de que los valores en la información no sólo son importantes sino esenciales. Aumentarán los juicios por calumnias e injurias y el comportamiento en los sitios de Internet descubrirá el concepto de responsabilidad.
— El propietario de The New York Times, Arthur Ochs Sulzberger Jr. Dijo: "Ignoro si estaremos imprimiendo el Times dentro de cinco años. Y, ¿sabe qué? No me preocupa". ¿Cómo modificará al periodismo el auge de Internet y la tecnología móvil, omnipresente? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias no deseadas?
— Mi principal preocupación es que el periodismo –especialmente el periodismo de investigación– resultará aún más marginado, como un libro raro, un incunable, o alguna exquisitez gastronómica que sólo disfrutan unos pocos elegidos. Será escrito y practicado casi como los egiptólogos estudian los jeroglíficos. Y el resto de las masas desinformadas leerán los títulos en sus teléfonos móviles y pensarán que están informadas.
Si esto ocurre, significará que no habrá en ningún lado un control independiente sobre el poder del gobierno y las corporaciones. No habrá nadie que se plante frente al poder y diga las cosas como son. Si esto sucede, el mundo debería estar en estado de alerta.