MOCA.- La pobreza, el hacinamiento y la promiscuidad quedaron al desnudo con el paso de la tormenta tropical Noel en el marginado sector La Joyita donde viven 52 familias, que milagrosamente salvaron sus vidas, quedando como Dios lo trajo al mundo.
Las familias que viven en el sector La Joyita al lado de una inmunda cañada, por donde corren solo heces fecales y otros desechos contaminantes, se desenvuelven medio de un estado de calamidad extrema, sin que esta sea razón para que las autoridades vayan en su auxilio.
Las viviendas en su mayoría construidas de tabla viejas, hojalata y cartón, son un el retrato fiel de la pobreza y la indigencia en la que viven estas familias, muchas de las cuales fueron levantadas hace 50 años.
En este paupérrimo sector, ubicado a menos de dos kilómetros del casco urbano de la Villa del Viaducto, la marginado es el pan nuestro de cada día, donde se aplica correctamente el refrán de nuestros ancestros que en las casas “llueve a fuera y escampa adentro”.
La fundadora del marginado barrio La Joyita.
Con el rostro castigado por los anos, con la mirada llena de tristeza, con los ojos irradiando pobreza Maria Teresa Severino, asegura que fue la primera que llegó a ese sector a finales de la década de los 50 porque no tenia donde levantar un rancho para criar a sus hijos con dignidad.
“Vine aquí hace 50 anos cuando este era un monte, donde abundaban los árboles frondosos, la malezas, ratas, insectos y culebras, porque no encontré otro lugar a donde ir”, afirmó con voz triste.
Sin embargo, expresó que aunque parezca una paradoja de la vida se siente satisfecha y agradecida de Dios, “aquí en este lugar con aspecto descuidado levanté a mis hijos con humildad, pero con mucha dignidad”.
Recuerda que poco a poco se fueron sumando familias hasta que habitaron el lugar completo, el que fue bautizado con el nombre de La Joyita, porque queda en un hoyo y bordeado por una cañada de aguas negras, que en épocas de lluvias se desborda anegando las viviendas.
La Joyita vive momentos dramáticos cuando llueve.
Los residentes de este marginado sector confiesan que cuando llueve con frecuencia tiene que recoger todas sus cosas para llevarlas a casas de amigos o familiares, para evitar que las crecidas de la cañada se las dañen.
Empero, explicaron que desgraciadamente en esta oportunidad, cuando la situación fue extremadamente desesperante no tomaron ningún tipo de previsión.
“Mire periodista cuando llueve mucho recogemos las cositas que tenemos para protegerlas, y ahora con esta tormenta no nos dio tiempo a nada, salvando la vida por obra de Dios”, expresó una madre de familia en medio de lagrimas y sollozos.
En La Joyita viven alrededor de 300 niños.
En La Joyita se calcula que en las 52 familias que allí residen hay más 300 infantes, los que deambulan por los callejones y la cañada del sector desprotegidos sin que sus padres sean capaces de ver a las enfermedades que se exponen por lo contaminado del medio ambiente en el que viven.
Los niños con rostros de inocencia, despreocupados por la peligrosa suerte que viven en el “paraíso” donde nacieron juegan descalzo con el agua negra y putrefacta que corre por la corriente.
Los derrumbes.
Debido a que el pequeño barrio está ubicado en un hoyo, los torrenciales aguaceros de la tormenta Noel propiciaron deslizamiento que amenazan con sepultar la mayoría de las viviendas.
Expresan que ya con la experiencia de la tormenta tropical Noel cuando se acuestan a dormir con el cielo nublado no van a poder descansar con tranquilidad, porque el peligro acecha.
Se quejan de las autoridades.
Las familias de La Joyita se lamentaron del poco caso que le han hecho las autoridades de Moca, como si no le importara su suerte.
Expresaron que nunca ninguna autoridad municipal se ha acercado a La Joyita para darse cuenta en las condiciones de hacinamiento y promiscuidad en las que vivimos.
Subrayaron que en esta oportunidad clamamos a la sensibilidad del Presidente de la Republica, doctor Leonel Fernández para que seamos trasladados a un lugar decente, donde podamos criar nuestros hijos.
“Si el Presidente es informado de las condiciones deprimentes en las que vivimos va a venir en nuestro auxilio”, dijo confiada Maria Teresa Severino.