SANTIAGO, 9 nov (IPS) – El Convenio Multilateral de Seguridad Social que se suscribirá en la XVII Cumbre Iberoamericana aparece como un importante paso concreto, a juicio de los gobiernos, para mejorar la calidad de vida de los habitantes más desfavorecidos del bloque.
Este acuerdo, que beneficiará a más de cinco millones de inmigrantes, muchos de ellos residentes en España, ha sido calificado como "histórico" por el secretario general Iberoamericano, el hispano-uruguayo Enrique Iglesias.
Se espera que los 22 países que conforman la comunidad iberoamericana lo suscriban en las sesiones de este viernes de la reunión inaugurada en la víspera en Santiago y que finalizará el sábado. El asunto central a discutir por 19 gobernantes de América Latina y los de Andorra, España y Portugal es la cohesión social y las políticas sociales para lograr sociedades inclusivas.
A la cita faltaron los presidentes Felipe Calderón, de México, y Leonel Fernández, de República Dominicana, debido a las devastadoras inundaciones que han azotado a sus países en las últimas semanas, y el panameño Martín Torrijos, quien afronta una huelga general de médicos.
En representación de Cuba asiste el vicepresidente Carlos Lage y hasta último momento se dudó de la presencia del mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, dada la virulencia de las movilizaciones estudiantiles contra la reforma constitucional que propuso y por estar abocado a mediar entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de ese país por un acuerdo humanitario.
Chávez, cuya figura ya ha generado expresiones a favor y en contra entre políticos y activistas chilenos, fue uno de los últimos en arribar a Santiago en la madrugada de este viernes para participar en la sesión plenaria que se realizará en el centro de convenciones Espacio Riesco, ubicado en el norte de esta capital.
Llegó cantando una ranchera, cuya letra decía que no era monedita de oro para caerle bien a todo el mundo.
Pero las primeras horas de la cumbre estuvo marcada por la profundización de la disputa entre los gobiernos de Argentina y Uruguay por la instalación de una planta de celulosa de la firma finlandesa Botnia en el margen oriental de un río fronterizo. Desde el lado argentino se cuestiona el potencial contaminante de esa fábrica para el curso fluvial compartido y la población aledaña.
A pesar de las señales previas de un posible acuerdo, los contactos técnicos y diplomáticos bilaterales que se sucedieron en Santiago no llegaron a buen puerto.
De nada sirvió el último intento como fue la reunión de los cancilleres Reinaldo Gargano, de Uruguay, y Jorge Taiana, de Argentina, con su par de España, Miguel Ángel Moratinos, en representación del rey Juan Carlos, "facilitador" en este conflicto, cuya instancia legal se dirime en la Corte Internacional de Justicia de la Haya debido a una demanda presentada por Buenos Aires
Mientras, en horas previas al inicio de la cumbre, los cancilleres del bloque afinaran los últimos detalles de la llamada Declaración de Santiago y su Plan de Acción, a firmarse el sábado.
Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alejandro Foxley, sostuvo que las cumbres iberoamericanas han transitado desde la manifestación de "principios generales" hasta la materialización de los "primeros pasos concretos".
Uno de ellos es el Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social, que será puesto a consideración de los mandatarios este viernes, el que permitirá a los trabajadores unificar en los 22 países sus aportaciones a los fondos de retiro.
Según señala el borrador, al que accedió IPS, se abarcará las prestaciones económicas de invalidez, vejez, supervivencia y de accidentes y enfermedades de trabajo. Las prestaciones médicas quedan excluidas. Asimismo, se aplicará exclusivamente a los regímenes contributivos de seguridad social, generales y especiales.
Se descarta para los sistemas no contributivos la asistencia social y las prestaciones en favor de víctimas de guerra, aunque los países quedan en la libertad de ampliar la cobertura. El Convenio tendrá plena vigencia en los países que no cuenten con acuerdos bilaterales y multilaterales de seguridad social. Si los hay, regirá el más favorable para los beneficiados. El instrumento garantiza igualdad de trato entre los nacionales de cada país y los inmigrantes.
Para certificar la aplicación uniforme del convenio, se creará un Comité Técnico Administrativo, integrado por un representante de cada uno de los Estados Parte. Además, la Secretaría General Iberoamericana convocará a una conferencia a las partes un año después de su entrada en vigor para verificar su cumplimiento.
Este acuerdo tendrá que ser ratificado por los países firmantes por el procedimiento que establezca cada legislación. España, México y Chile financiarán la puesta en marcha del Convenio con un fondo durante tres años.
Además de la Declaración de Santiago y el Programa de Acción, ha trascendido que los mandatarios aprobarán comunicados especiales de apoyo a la soberanía argentina en las Islas Malvinas, en poder de Gran Bretaña, y de condena al añejo bloqueo estadounidense a Cuba.
También se respaldará la gestión del presidente Chávez para alcanzar un acuerdo humanitario entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de ese país del derechista Álvaro Uribe, que implique la liberación de rehenes en manos de esa guerrilla izquierdista a cambio de la excarcelación de guerrilleros.
Pese a la mejora que supone la implementación del Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social, cientos de organizaciones políticas, sociales y sindicales iberoamericanas, congregadas en Santiago en otros dos encuentros, exigieron a los gobiernos cambios estructurales en el modelo de desarrollo.
El acuerdo es un avance, pero se requieren reformas más profundas, dijo a IPS el chileno Miguel Santibáñez, representante de la Mesa de Articulación de Redes Nacionales y de Organismos no Gubernamentales (ONG) de América Latina, una de las entidades participantes en el III Encuentro Cívico Iberoamericano, una de las reuniones oficiales que antecedieron a la cumbre.
Santibáñez apuntó especialmente al financiamiento que poner en práctica políticas sociales universales, que permitan atender las necesidades de los diferentes sectores de la población.
En su declaración final, las ONG exigieron que los ingresos del Estado se sustenten mayoritariamente en los impuestos directos a las grandes empresas y grupos económicos y no en la renta generada por la explotación de los recursos naturales.
El tema de la tributación es analizado en el libro "Cohesión social: inclusión y sentido de pertenencia en América Latina y el Caribe", publicado en enero por la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (Cepal) a propósito de esta cumbre.
El documento señala que en América Latina la carga impositiva alcanza en promedio a 17 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), muy por debajo del 41 por ciento de la Unión Europea, de 36 por ciento de los estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y del 26 por ciento de Estados Unidos.
"Del análisis de la situación tributaria de América Latina y el Caribe surgen dos corolarios fundamentales: el nivel de la carga tributaria global de la mayoría de los países es inferior, en promedio, en alrededor de un tercio respecto del que debieran tener en función de su nivel de ingreso por persona", señala.
"En términos absolutos, debieran tener una carga tributaria de tres a cuatro puntos adicionales del PIB y el mayor nivel de recursos originaría los fondos para financiar programas sociales y sistemas de seguridad social no contributivos", añade el texto.
Para ello, se requieren fuertes acuerdos y voluntad política, además de capacidad institucional y administrativa que vele por la calidad del gasto, expresa.
En tanto, la Cumbre por la Amistad e Integración de los Pueblos, convocada por organizaciones políticas de izquierda y agrupaciones sindicales, estudiantiles y de mujeres, se ha cuadrado con los gobiernos considerados más progresistas, entre ellos los de Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
En la inauguración de esta cumbre paralela, el ex candidato presidencial chileno por el Partido Humanista, Tomás Hirsh, dijo esperar que esos mandatarios impongan su posición en la cita oficial, no así "aquellos que todavía sostienen y quieren mantener un modelo (neoliberal) que ha fracasado rotundamente en el continente. Me refiero a Colombia, lamentablemente también a Chile y México", acotó.
En concreto, según la Cepal, la cohesión social tiene cuatro grandes pilares: oportunidades productivas (empleo de buena calidad), desarrollo de capacidades (educación), protección social y legitimidad de las instituciones. (FIN/2007)