Son muchos, muchísimos los que ahora salen a defender al gobierno en torno a su responsabilidad ante la ausencia de diligencias contundentes para evitar las muertes en los poblados ubicados en los lechos de antiguos rios y cañadas; las zonas de alto riesgo de inundaciones están ubicadas y señaladas en los mapas de los organismos oficiales encargados de vigilar y alertar en caso de fenómenos como la Tormenta Noel; es cierto que es hora de unir esfuerzos y hombros con hombros sacar al pais adelante; pero no debemos dejar sin cuestionar enérgicamente el fallo en la comunicación y aviso a la ciudadanía por todos los canales posibles, de hacerlo volveremos a repetirlo.
Tenemos que la sensación de que el gobierno cree que no había pasado nada hasta aun 12 horas después de pasada la tormenta, eso lo señala sin equívocos las declaraciones de funcionarios y la del propio presidente, que no solo destina la migaja de 100 millones de pesos para iniciar el proceso de recuperación cuando en realidad de vio estar en el palacio nacional con todo su equipo y partido coordinando la evacuación de todos los ciudadanos en lugares de riesgo para evitar, ahora sabemos, cientos de muertos.
No es cierto que los organismos competentes del país desconocían que la Tormenta Noel llegaría cargada de agua al territorio nacional para eso no necesitaban satélites ni aparatos sofisticados la historia de estos fenómenos lo han escrito. Todo el que tiene una televisión en los Estados Unidos y en Santo Domingo vio como al formarse dicho fenómeno atmosférico en las aguas del caribe tomo rumbo hacia la Isla de Santo Domingo y Haití; el viernes todos sabíamos en los Estados Unidos que dicho fenómeno se dirigía hacia allá; ¿los funcionarios de meteorología y los Organismos de emergencia no veían los canales norteamericanos o estaban viendo la serie mundial de béisbol y/o los juegos del Torneo Otoño Invernar de Santo Domingo.
Debemos buscar ayuda en todo el mundo y de todo el mundo, nuestro pueblo esta sumido en una gran catástrofe que requiere de pronta intervención de la comunidad internacional, antes de que el hambre nos arrope, las enfermedades se propaguen y la incertidumbre nos haga presa de la desesperanza. No necesitamos prestamos internacionales, necesitamos que el Gobierno Dominicano que encabeza el Partido de la Liberación Dominicana pare las inversiones en el famoso tren, que elimine todas la botellas nombradas con el presupuesto nacional para impulsar la reelección del Presidente; que elimine los gastos superfluos en viajes y caravanas, en dietas y eventos, dedicando todo ese dinero a la reconstrucción nacional.
El Gobierno debe, ahora aprovechar y solicitar al Estado Norteamericano un TPS para los dominicanos sin papeles en los Estados Unidos, recuerden que son miles los quisqueyanos que son repatriados cada ano para el país por no contar con un status legal en la Unión Americana; seria un respiro para la nacional dominicana el para esa migración forzada que llega cada mes por los aeropuertos del país.
Quiero terminar este articulo citando varios párrafos aparecidos en el blog Guasabara acerca de las dilengencias del gobierno en busca de prestamos a costa de la desgracia de la Tormenta Noel:
"No bien se habían cuantificado los daños ocasionados por la tormenta Noel, cuando lanzó la información de que tomaría $200 millones de dólares prestados, sin antes revisar los bolsillos de las cuentas del país y de las apropiaciones que por ley debieron estar disponibles para subsanar estos tipos de desastres naturales. Antes de echar un fia'o, el presidente candidato le debe explicar al país, dónde está el dinero, así como se le cuestionara el destino de los $130 millones del préstamo de la Sun Land, del que no ha dado respuesta convincente, esta vez hay que cuestionarle que dónde están los 1,616 millones de pesos correspondiente al 1% del Fondo General de la Nación para enfrentar calamidades y desastres naturales, los 1,660 millones de pesos del 5% del Fondo General de la Nación, del cual puede disponer de manera discrecional el jefe de Estado, quien también cuenta con 2,805 millones de pesos correspondiente al 50% de los ingresos que obtuvo de la empresa Verizon, de otros 2,000 millones de pesos del financiamiento que se obtiene mensualmente bajo el Acuerdo de Petrocaribe, así como también de otros 3,000 millones que puede utilizar del excedente presupuestario de 11,500 millones que con su voracidad fiscal arrancó a los contribuyentes."