La Gimnasia Pasiva es una técnica corporal que utiliza aparatos con un sistema de electrodos de bajo voltaje sobre los diferentes grupos musculares (glúteos, piernas, abdomen, cara) para corregir la flacidez, reducir los depósitos grasos y en algunos casos aumentar el tamaño de la zona tratada. Los electrodos transiten pequeños impulsos eléctricos parecidos a los que emite el cerebro (estimulación neuromuscular) y provocan el movimiento involuntario de los músculos a diferentes intensidades.
Esta forma de ejercitarse sin esfuerzo (evitando el agotamiento y el sudor) está cada vez más difundida en Europa. Puede ser practicada por personas de todas las edades, pero está contraindicada para las embarazadas y no debe realizarse inmediatamente después de comer.
Los aparatos utilizados para realizar gimnasia pasiva poseen distintos programas con diferentes usos: aumentar la forma física (fuerza, musculación, entrenamiento, resistencia aeróbica), mejorar del estado de salud (alivia dolores musculares, piernas pesadas, calambres) y estética (tonificación y reafirmación de los tejidos).
Esta novedosa técnica comenzó a ser utilizada por los deportistas para intensificar su rendimiento y recuperarse de lesiones corporales, pero ya hoy es muy popular en el campo de la estética. En sentido general resulta inofensiva, pero debe llevarse a cabo con la asistencia de profesionales especializados.
Muchos médicos rechazan la denominación de gimnasia pasiva porque en realidad con esta técnica la persona sí hace una contracción de músculos, sólo que a través de un estímulo externo, que es el eléctrico.
MÁQUINAS EMPLEADAS:
Las máquinas empleadas para la gimnasia pasiva tienen forma de camas creadas para ser utilizadas con movimientos programados. Si nos acostamos boca arriba sobre una de ellas, con los pies apoyados en soportes móviles y flexionando las piernas, trabajaremos los músculos sin necesidad de hacer ningún esfuerzo.
Estas máquinas se encuentran en centros de rehabilitación o estética corporal, donde por lo general hay una para cada zona muscular (glúteos, piernas o abdominales) y funcionan mediante programas creados de acuerdo a las características personales de cada individuo. Con ellas se logra "imitar" la señal que envía el cerebro para que nuestros músculos se muevan y permiten que un estímulo se convierta en contracción.
BENEFICIOS PARA LA SALUD:
Esta cómoda alternativa a la gimnasia tradicional favorece la circulación sanguínea y linfática, contribuye con la regeneración de tejidos dañados y la reabsorción de edemas y hematomas; combate la rigidez y el anquilosamiento de los músculos. Además, por sus efectos antiinflamatorios, resulta eficaz contra el reuma.
Combinada con la aplicación de geles y cremas para reducir la inflamación y el dolor en la zona afectada, la estimulación eléctrica que conlleva la gimnasia pasiva puede ser muy útil para tratar los dolores de espalda y problemas cervicales.
ES HACER GIMNASIA SIN ESFUERZO, PERO ¿HASTA QUÉ PUNTO ES EFECTIVA?
Las opiniones difieren en cuanto al grado de efectividad de la gimnasia pasiva. Los especialistas en medicina deportiva la reconocen como un buen método fisioterapéutico, pero la consideran ineficaz para bajar de peso; pues alegan que para lograr un incremento significativo en la quema de calorías mediante este régimen una persona debería permanecer de cuatro o cinco horas en la mesa de ejercicios, lo cual puede perjudicar el organismo.
También plantean que si bien mediante la gimnasia pasiva se logra estimular los músculos y provocar una contracción que los levanta, el resultado es efímero y pasadas unas horas "vuelven a caer."
De su lado, los fehacientes defensores de la gimnasia pasiva aseguran que una parte importante del efecto del ejercicio físico es psicológico y que con este sistema se logran iguales beneficios a los obtenidos cuando se dedican varias horas al gimnasio, porque la electroestimulación es mucho más enérgica. Sin embargo, advierten que para lograr el éxito real es necesario complementarla con hábitos alimenticios adecuados.
Pero ante la diversidad de opiniones encontradas, la balanza parece inclinarse a favor de los que sostienen que por sí sola la gimnasia pasiva tiene poca eficacia como método meramente estético: para mejorar la forma física o eliminar los kilos en exceso, pero constituye una gran ayuda si se utiliza como complemento de otros.
La mayoría de los que han opinado sobre el tema coinciden en señalar la gimnasia pasiva no es la solución definitiva a los problemas estéticos, pero si un método de electroestimulación que acompañado de una dieta adecuada, una tabla de gimnasia y mucha constancia, puede proporcionar muy buenos resultados.