Moscú, 17 nov (PL) La campaña electoral del progubernamental partido Rusia Unida emerge hoy como una auténtica marea volcada a utilizar la imagen del presidente, Vladimir Putin, y su popularidad, con la mira en una victoria arrolladora.
De hecho se entrelazan los llamados a votar por la agrupación el próximo 2 de diciembre como la alternativa de continuidad del denominado Plan Putin, cual referendo por la permanencia del gobernante en el poder, tras dos mandatos consecutivos de ocho años.
El jefe de Estado deberá traspasar el mando en mayo de 2008, mientras diputados y politólogos afines al Kremlin buscan la variante más cómoda que le permita mantenerse como timonel del país sin quebrantar la Constitución.
La Carta Magna rusa establece el mandato presidencial solo en dos plazos consecutivos de un cuatrienio cada uno, y a ese tenor Putin ha prometido no alterar la ley fundamental.
Coincidentemente, esta semana el estadista ruso explicó de manera clara y directa por qué decidió postularse como candidato único en la lista federal por Rusia Unida, lo cual, según expertos era la primera vez que brindaba un claro espaldarazo a esa fuerza política.
Tras su viaje a Krasnodark, Putin reveló que optó por encabezar la lista de Rusia Unida con el propósito de conseguir una mayoría en el parlamento, alineada con las estrategias del gobierno.
Según como él mismo dijo, esa posición le otorgaba también derecho moral a reclamar a los dirigentes el cumplimiento de las tareas trazadas, lo que asocian muchos entendidos con sus planes personales después de los comicios presidenciales de marzo de 2008.
A su juicio, tomó este camino para materializar sus proyectos en la formación política más consolidada dentro del legislativo.
Las encuestas dan por segura una victoria arrolladora de esa organización liderada por el hasta ayer titular del parlamento del cuarto período legislativo, Boris Grizlov.
Partidarios del mandatario en numerosas regiones lanzaron en pleno fragor de la contienda electoral el autotitulado movimiento "A favor de Putin", y según trascendió, planean oficializar su fusión con Rusia Unida el próximo 21 de este mes, en Moscú.
En opinión del dirigente opositor y vicepresidente de la Duma, Serguei Baburin, el partido aliado del Kremlin preparó bien las cosas para garantizarle primero un asiento a Putin como diputado, una vez entregue el mando.
Los promotores de esa iniciativa en 79 regiones de la Federación han recolectado en los últimos días cerca de 30 millones de firmas para declarar a Putin líder nacional, admitió uno de los iniciadores, el abogado Pavel Astajov.
Aclaró que no reclaman un tercer mandato, pues respetan la decisión del Presidente, y que sólo proponen un sitio para que sea líder nacional: nada más claro, según sus palabras, el "dueño de la casa".
El director general del consejo para la estrategia nacional, Valeri Jomiakov, opinó que tales iniciativas más que ayudar dañan sobre todo la autoridad internacional del mandatario.
Dijo que inútilmente la elite política se preocupa por Putin, pues casi seguro liderará Rusia Unida y conservará así colosales resortes de influencia sobre los procesos políticos internos.
Para el diputado del partido Comunista de la Federación, Victor Pliujin, la propaganda oficialista a través de la pantalla no corresponde con la realidad, en alusión a la campaña por Putin como "líder nacional", idea carente de apoyo popular, subrayó.
Al calificar de inadmisible lo que urde la cúpula política Pliujin consideró artificial el respaldo en torno al presidente, orientado con el único fin a apoyar a Rusia Unida, la cual, aseguró, ha perdido autoridad ante el pueblo.
Mientras tanto, la idea de potenciar por esa vía el liderazgo de Putin tiene dividida a la opinión pública rusa, según un reciente sondeo.
Un 45 por ciento de interpelados sobre el asunto valora de negativa la iniciativa, frente a un 35 por ciento que afirma lo contrario, indica un estudio del centro analítico Leveda.
En cuanto a las preferencias electorales, las encuestas privilegian a Rusia Unida y al PCFR, como las únicas formaciones con indiscutibles posibilidades para ingresar en la Duma del quinto período legislativo.
La actual campaña por las parlamentarias del 2 de diciembre sigue marcada por una gradual y ascendente apatía de la mayoría de los rusos, desentendidos de las porfías entre los 11 partidos que participan en la liza.
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