Los Mina.- Al principio, fueron pobres, tirados como despojos debajo de
los puentes Francisco del Rosario Sánchez y Gregorio Luperón.
Después, Noel y las injusticias sociales los convirtieron en refugiados que huyeron del diluvio junto a sus hijos para salvar sus vidas. Entonces sirvieron para las poses ante las cámaras.
Ahora, los criminalizan, los llaman "sucios" y "ladrones".
Mientras ellos han regresado en masa a vivir debajo de los puentes, ahora màs pobres y con el estigma de "delincuentes" que el Gobierno les ha lanzado encima..
Yo, que estuve gran parte del tiempo junto a los damnificados que se alojaron en el Liceo Ramòn Emilio Jimènez, quiero llamar mentirosos y farsantes a quienes tratan de criminalizar a los refugiados.
Desde el Gobierno han surgido voces oficiales diciendo que "los refugiados taparon los sanitarios, destruyeron las ventanas, robaron butacas, 32 baterìas y los dos inversores del laboratorio de computadoras y cargaron con una màquina de soldar y latas de pintura".
Los han pintado como si se tratase monstruos que mordieron la mano generosa
de quien los ha auxiliado.
Lo han dicho y repetido una y otra vez. Militantes del Partido de la Liberaciòn Dominicana también lo repiten. Y ahora, son muchas las gentes en la calle que creen esas mentiras vulgares y malditas que pretenden ocultar su falta de amor real por esos desdichados.
Vamos por parte, como Jack, El Destripador.
*¿Es cierto que taparon y rompieron los sanitarios?*
Los profesores y los miles de etudiantes del Liceo Ramòn Emilio Jimènez en
sus tres tandas diarias y la de fin de semana de PREPARA conocen perfectamente que esos sanitarios desde hace mucho tiempo que no sirven.
Estaban tapados en su mayorìa por falta de mantenimiento. Tanto, que ningun
profesor se atreve a entrar a ellos y los alumnos ingresan con la nariz
tapada.
Es posible que se deterioraran màs, pero se ha deteriorado lo que no sirve. En la ediciòn impresa de CIUDAD ORIENTAL número 54, dos semanas antes de
Noel, publicamos una informaciòn en la que dabamos detalles de la condiciòn
de esos sanitarios. O sea, que no pueden culpar a los refugiados del
deterioro de algo que ya estaba deteriorado.
¿Destruyeron las ventanas?
Tambièn los acusan de haber destruido las persianas. Esta es otra vulgar mentira, puesto que todo el personal del Liceo Ramòn Emilio Jimènez està
consciente de que fueron los mismos estudiantes quienes, durante años,
rompieron poco a poco las persianas. Ademàs, de que en su mayoría son
persianas que datan desde la fecha de fundaciòn del plantel en 1972.
Debido al deterioro de esas mismas persianas, las autoridades del Liceo
habìan suspendido las clases durante una semana, antes de Noel para que un
equipo de trabajadores hiciera trabajos de reparaciòn de esas persianas y
colocara protectores de metal. O sea, que las persianas mostradas como
destruidas por los refugiados, ya lo estaban mucho tiempo antes de que estos
fueran llevados al lugar.
¿ROBARON BUTACAS?
Con el mayor descaro los han acusado de que "se robaron las butacas". Lo
dijeron antes de contar las que hay en el plantel. ¿Cuàntas habìan antes de
Noel? ¿Cuàntas hay despuès de Noel?
Ademàs ¿por donde las sacaron? ¿Còmo es posible que nadie, absolutamente
nadie viera cuando fue sacada ni una sola delas butacas? ¿Còmo es posible
que el celoso vecindario tampoco se diera cuenta de que estaban "robando
butacas"? ¿Porquè no lo vieron? Porque no ocurriò.
*¿ROBARON BATERIAS?
*
Las versiones oficiales le atribuyen a los refugiados haberse robado "las 32
baterias y los dos inversores del centro de còmputos".
Veamos, ¿Cuàles son esas baterìas? Se trata de 32 baterías inservibles, que
ya estaban secas y explotadas por falta de mantenimiento. Precisamente, en
la ediciòn 54 de CIUDAD ORIENTAL impreso, resaltabamos las condiciones de
esas baterías. Era "cuescos viejos buenos para nada". Denunciamos en aquella
ocasiòn que se habìan destruido por falta de mantenimiento y mala gerencia
de las autoridades.
No servían. Es cierto que se robaron esos escombros. Pero ¿Quienes lo
hicieron? Eso es lo que habrìa que determinar porque los escombros de baterìas no estaban del lado de los damnificados, sino en uno de los laterales, al que ellos no tenìan acceso, sino otras personas encargadas de la seguridad. Tambièn ahì mintieron.
*¿QUE DE LOS DOS INVERSORES DEL LABORATORIO DE COMPUTADORAS?
*
En esto el descaro ha sido descomunal. Los dos inversores estaban , Y AUN
ESTAN en el laboratorio de computadoras. Para ingresar a èl es necesario
abrir tres puertas, una de ellas ciclònica que hace un ruido descomunal.
Las otras dos son, una de metal y la tercera de madera. Se necesitan tres
llaves. Ninguna de las tres puertas fueron violadas. Todas las persianas
estàn protegidas con barras de hierro. Tampoco fueron violadas. Las
autoridades han confirmado que los dos inversores del laboratorio estan en
su lugar. Pero han mentido de manera descarada diciendo que se los robaron.
Yo los vi en su lugar apenas hace un par de dìas. Dos dìas despuès de
que los refugiados fueron sacados del lugar.
*¿ES CIERTO QUE ROBARON UNA MAQUINA DE SOLDAR?*
Eso no lo descarto, pero ¿Quièn o quienes robaron la maquina de soldar?
Arriba les expliquè que un equipo de trabajadores realizaban labores de reparaciòn de las ventanas y las puertas desde hacìa varias semanas antes de
Noel. Ellos llevaron sus materiales y sus equipos. Los guardaron en el Salòn
de Actos y a nadie le rindieron informe detallado de lo que tenìan allì guardado. Ni siquiera a la seguridad del plantel. A nadie. Lo cierto es que un dìa, después que llegaron los refugiados, ellos semarcharon en silencio dejando sus equipos en el Salon de Actos. Solo ellos sabìan lo que allì habìa, màs nadie.
Una semana despuès, cuando regresaron, reaccionaron "asombrados" por que
"nos robaron una màquina de soldadura y una lata de pintura de òxido".
A mi, personalmente, me lo dijeron. Me mostraron donde estaba la supuesta
màquina y la pintura. Les preguntè que por dònde sacaron la màquina y me
mostraron una persiana al fondo. Le habìan quitado ¡DOS HOJAS¡ ¡ni una mas¡
Parecería que a la máquina en cuestión le suministraron una pastilla de
"chiquitolina" para sacarla por ese espacio tan pequeño. Ademàs, habrìa que
admitir que esos eran unos ladrones tan considerados que dejaron muchísimas
otras cosas de valor. Creo que esa historia del robo deberían hacerla de
otra manera o, simplemente, contar una pelìcula de vaqueros.
O sea, que hay toda una serie de mentiras que se repetìan una y otra vez para justificar la expulsiòn de los damnificados a los cuales presentaban como ladrones, sucios y bribones.
Esto ocurriò despuès que el Gobierno enviò al Ejèrcito a desalojarlos en forma violenta. Solo dos càmaras estaban presentes en el lugar. Una de video de Telemicro y la mìa, de CIUDAD ORIENTAL.
Cuando los soldados se presentaron para sacarlos de allì, los hombres y mujeres llevaron a los cientos de niños hacia la segunda planta para protegerlos. Las màs adultas se quedaron a su cuidado, el resto descendiò a buscar palos y piedras para resistir.
Despuès de ese fracaso comenzaron las mentiras que culminaron con la "protesta" de estudiantes frente al plantel.
Es curioso, pero ninguno de esos estudiantes habìa participado nunca en su
vida en una protesta con neumàticos incendiados.
Apenas a las 7.30 minutos de la mañana, ya los muchachos tenìan en sus manos
varios embases con gasolina y neumàticos listos para quemarlos.
O sea, que todo fue preparado.Ninguno de esosmuchachos llevò la gasolina
desde sus hogares, tampoco llevaron los neumàticos.
Los vecinos coinciden en afirmar que "algunas personas que tienen negocios
dentro del Liceo" y que tienen vìnculos con el partido oficial los habrìan
agitado para que protestaran en forma violenta exponièndolos a una
desgracia. En el lugar yo vi a almenos una madre de una alumna perteneciente
a un partido opositor incitando a los estudiantes contra los damnificados.
Despuès, vino el desalojo. Todo fue preparado para criminalizarlos y luego
facilitar su expulsiòn del plantel.
Ojalà que estas lìneas ayuden a desmentir esa campaña de difamaciòn contra
la dignidad de estas personas a las que he vuelto ver viviendo junto al rìo
Ozama en medio de ratas y sanguijuelas.