SANTO DOMINGO. La Federación de Asociaciones Industriales (FAI) consideró que al terminar la era del petróleo barato el Gobierno debe encaminar políticas energéticas que superen los simples paliativos y advirtió que ha llegado la hora de una revolución productiva a fin de generar sosteniblemente las divisas con las que el país, importador neto de petróleo, adquirirá combustibles cada vez más caros.
La organización empresarial proclamó, por otro lado, que ve con reservas la decisión del Poder Ejecutivo de convertir en una empresa enteramente estatal a la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa).
Señaló que la experiencia del Estado manejando empresas en el país no ha sido positiva y, por el contrario, sólo han servido para ofertar malos servicios, incrementar el gasto público en nómina, el tráfico de influencia y la corrupción administrativa.
“Tememos estar frente a un retroceso y al inicio de una réplica de toda la experiencia de mala gerencia que ha habido en el sector eléctrico, ahora trasladada a los combustibles”, señaló Ignacio Méndez, presidente de la FAI.
Respecto a la necesidad de implantar una política de ahorro de combustibles señaló que no se debe perder más tiempo en la puesta en ejecución de las decisiones relacionadas con el uso de energías renovables.
En ese sentido, sugirió destrabar la burocracia y eliminar la falta de voluntad política para potenciar la inversión en esa área.
Méndez consideró plausible cualquier medida oficial tendente al uso racional de combustibles –a fin de reducir el peso de la factura petrolera- , pero señaló que se necesitan planes estructurales que ayuden al país a producir mayor riqueza en forma eficiente.
Para el dirigente empresarial lo anterior significa que el país debe hacerse más competitivo a través de la innovación, para lo cual deberá mejorar la inversión en su capital social, educación y salud, y esforzarse en la creación de empleos de calidad que generen valor agregado.
Recordó que extinto ex presidente de la República profesor Juan Bosch fue siempre enfático en el sentido de que el país debía transformar materia prima y añadiera valor a su producción, lo cual se logra mejorando el capital humano, eliminando la desigualdad y caminando hacia un esquema de pleno empleo.
“El desarrollo del capital social es lo que va a ayudar a generar riquezas, añadirle valor a la cadena productiva para producir más y comprar el petróleo, que al parecer a entrado a una carrera irreversible hacia el alza”, apuntó la FAI.
La organización empresarial dijo que, en ese contexto, cobra importancia la aprobación de la Ley de Competitividad Industrial, sancionada por la Cámara de Diputados y enviada al Senado, que busca crear un nuevo paradigma productivo en el país.