Y es que tras analizar la salud mental de pacientes con problemas de erección se concluyó que la disfunción eréctil se asocia directamente con depresión, ansiedad y baja autoestima.
La incapacidad para lograr o mantener una erección afecta no solo la satisfacción sexual y física de los hombres, sino que disminuye la calidad de vida de sus parejas.
Uno de los estudios presentados se conoce como SEAR por sus siglas en inglés y reveló que pacientes con disfunción eréctil que tomaron Viagra durante 10 semanas mejoraron sus relaciones de pareja, confianza y autoestima.
Los pacientes que participaron eran mayores de 18 años y no tenían presión arterial elevada, enfermedad cardiovascular significativa, no ingirieran nitratos, ni habían tomado Viagra antes.
Al final del tratamiento 72 de cada 100 caballeros que tomaron Viagra recuperaron su función eréctil normal o casi normal y más de un 85 por ciento mejoró su vida sexual en comparación al inicio del tratamiento.