Naciones Unidas, 20 nov (PL) La crítica situación de casi 35 millones de desplazados y refugiados a causa de conflictos será sometida hoy a consideración en la ONU como "el desafío humanitario más importante", para este organismo mundial. Estados miembros afectados por esta situación se han dado cita para hoy en el Consejo de Seguridad para discutir nuevas propuestas e iniciativas para encarar este delicado tema, el cual figura entre los asuntos prioritarios de la ONU.
Según un programa oficial, estas discusiones seguirán a un informe especial que será presentado ante el Consejo de Seguridad por el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, el británico John Holmes.
Funcionarios de la ONU han comentado que muchos civiles siguen padeciendo o corriendo el riesgo de padecer actos de brutalidad y degradación porque son seleccionados deliberadamente y sometidos a atrocidades o por estar en el lugar y momento equivocados.
Ante esa situación, la única opción que tienen 35 millones de personas en el mundo en escenarios de violencia es huir, lo cual hace que la principal característica de los conflictos actuales sea la presencia de refugiados y desplazados, según esas fuentes.
De acuerdo con un reporte sobre este tema entregado a la prensa en esta sede, esa huida "constituye a menudo sólo el comienzo de una terrible experiencia que puede durar años e incluso decenios de sufrimientos, privaciones y lucha diaria por sobrevivir".
Estimados de la ONU revelados en ocasión de estos debates indican que la población mundial de refugiados asciende a nueve millones 900 mil personas, la más alta en los últimos cuatro años.
A esa cifra se suma una población de 24 millones 500 mil personas desplazadas de sus viviendas y comunidades a causa de conflictos como Iraq (dos millones 200 mil), Somalia (700 mil) y Republica Democrática del Congo (500 mil).
Un asunto en torno a este problema que figura de manera relevante en la agenda de estas discusiones es el acceso de la asistencia a esas personas, muchas veces limitados por destrucción de infraestructuras o por ataques a personal humanitario.