Pero si cada pareja dedicara cuatro fines de semana consecutivos y sin distracciones a analizar su relación desapasionadamente, podría eliminar sus puntos débiles y reforzar los fuertes.
Así deberían pasarse cuatro fines de semana:
PRIMER FIN DE SEMANA:
Reencuentro: Usen este primer encuentro para volver a conocerse mutuamente y sentirse cómodos con la nueva situación. Si alguno no sabe qué decir, ponga sus ideas por escrito y preséntenla en forma de carta.
SEGUNDO FIN DE SEMANA:
Reflexión: Éste es el momento para comenzar a acoplar sus ideas sobre sus sentimientos. No se sientan presionados a encontrar soluciones inmediatamente a todos sus problemas. Recuerden que tienen dos fines de semana más y el resto de sus vidas para resolverlos.
TERCER FIN DE SEMANA:
Reconstrucción: Empiécenlo tratando de definir los problemas concretos que tienen. Esto los ayudará a enfocar las áreas difíciles que comparten y les permitirá ver cómo han cambiando sus sentimientos tras dos fines de semana.
CUARTO FIN DE SEMANA:
Acción: Llegó el momento de poner en práctica las soluciones. Todo matrimonio, por ideal que sea, requiere mutua tolerancia. Estén en disposición de ceder en algunas cosas.
Al terminar el fin de semana, habrán reconstruido los cimientos de una vida en común, completa y feliz.