La presentación de este nuevo auto tuvo efecto en la terminal de cruceros Don Diego, de la avenida del Puerto, con la presencia de don Andrés Avelino Abreu, presidente ejecutivo de esta empresa automotriz; Rosa Milagros Abreu, presidenta ejecutiva; Juergen Deforth, gerente general Audi of Latin America and Caribbean; Jorge Asmar, director general de ventas y mercado y Benjamín Paiewonsky, gerente de Audi en República Dominicana.
La señora Abreu destacó que el Audi R8 es un carro que no tiene rivales directos y que se posiciona muy bien entre el grupo de los entusiastas de la velocidad.
Indicó que con su espectacular deportivo, Audi da vida al nombre y a los genes del que por cinco veces ha sido campeón de Le Mans: el Audi R8.
Explicó que el motor central FSI V8 de 420 caballos de potencia y par motor de 430 Nm, la tracción integral permanente quattro y la carrocería de aluminio en tecnología Audi Space Frame (ASF), conforman la base para conseguir un dinamismo en marcha insuperable.
"Con estas características, el Audi R8 acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en tan sólo 4.6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 301 kilómetros por hora", dijo Abreu.
La empresa de los cuatro aros anunció que el Audi R8 estará disponible con dos tipos de transmisiones, una manual de seis velocidades y otra nueva secuencial llamada Audi R Tronic, la cual se puede manejar desde la palanca central de la consola o mediante levas ubicadas detrás del volante.
Por su carácter artesanal de construcción, se fabricarán un máximo de 20 unidades al día del Audi R8 en la planta de Neckarsulm, Alemania.
Los genes del campeón
Como primer deportivo con motor central de Audi, el R8 combina la experiencia de numerosas victorias en las pistas de competición con un innovador diseño y la competencia tecnológica de Audi. Una competencia para la que el lema ‘Vorsprung durch Technik', que es igual de válido tanto en circuitos de competición como en carretera.
Los bólidos Audi R8 cruzaron la línea de meta de la carrera de 24 horas de Le Mans en primera posición en cinco ocasiones, del año 2000 a 2002 y en los años 2004 y 2005, en tres de estas ocasiones el 2000, 2002 y 2004, incluso hicieron la tripleta en el podio.
Son estos los genes que pueden trasladarse a un deportivo de calle con plena efectividad y que hacen del Audi R8 un vehículo tan inconfundible como su emocional diseño.
El exterior
El Audi R8 descansa sobre el asfalto mostrando toda su anchura y su fuerza; su robusta zaga parece tensar los músculos, como si estuviera preparándose para salir disparado, tal como haría un corredor de 100 metros en posición de salida.
El cuerpo del vehículo ofrece una imagen extremadamente compacta. El frontal y la baja curva del techo se han trazado de manera que forman una sola línea arqueada, la cual hace posible identificar de inmediato a este biplaza como un Audi.
El frontal se caracteriza por el trapecio de la parrilla singleframe de Audi, flanqueada a izquierda y derecha por grandes entradas de aire adicionales, las cuales fusionan en su parte superior con las estrechas bandas de los innovadores faros delanteros en tecnología Led con cubiertas de cristal transparente.
El R8 es el primer automóvil de fabricación en serie que ofrece opcionalmente la posibilidad de equipar todas las funciones de los faros principales en tecnología Led.
Dos aperturas difusoras de gran formato en el parachoques trasero muestran la importancia de la aerodinámica en el diseño del Audi R8. Los cuatro tubos finales redondos del sistema de escape se han ubicado en parejas a izquierda y derecha y por debajo de las aperturas difusoras.
Para contrarrestar la resistencia del viento, el R8 incorpora un spoiler trasero que emerge automáticamente.
El interior
La arquitectura de la cabina, orientada de forma consecuente al conductor, domina el deportivo interior e integra al conductor entre el tablero de mandos y la elevada consola central; el panel de instrumentos ubicado por encima de la consola central está ligeramente inclinado hacia el piloto, algo ya típico en los automóviles más deportivos de Audi es el volante con parte inferior achatada, que también permite un acceso al vehículo característicamente deportivo.
La posibilidad de personalizar el interior con numerosos elementos de equipamiento e inserciones en lacado brillante o carbono Sigma, apenas tiene límites.
La transmisión de fuerza
Un despliegue de potencia típico de turbinas hasta en los más elevados regímenes y un par motor máximo elevado, así como un sonido fascinante son las características básicas del motor de un deportivo perfecto, el cual fascina tanto por su potencial como por su adaptabilidad a los requisitos de la vida cotidiana.
Con ocho cilindros de altas revoluciones y 420 caballos de potencia, la evolución de la tecnología FSI ha alcanzado un nuevo punto culminante, que también celebró numerosos éxitos en el prototipo de competición Audi R8.
El motor apuesta por el principio de altas revoluciones. El régimen de revoluciones máximo se sitúa a 8.250 revoluciones por minuto. La ventaja que supone este principio es la gran potencia en los regímenes superiores, el despliegue homogéneo de fuerza y la espontánea respuesta en todo el margen de revoluciones. A esto habría que añadir la elevada agilidad y facilidad de giro, así como un sonido de motor muy cercano al de los vehículos de competición.