La obra sigue los lineamientos de la tendencia doctrinal que impera desde hace más de un siglo, teniendo como objetivo primordial de estudio, la jurisprudencia. Su estudio es ilustrativo porque muestra no solamente un principio jurídico determinado, sino el alcance que recibe este principio por parte de los tribunales, al ser proyectado sobre los hechos que dieron lugar al conflicto. La jurisprudencia contiene ejemplos de enseñanzas sociológicas, doctrinales y prácticas, que son presentadas en la obra.
La obra fue presentada por el Dr. Luis Henry Molina, Director de la Escuela Nacional de la Judicatura, quien encomió el carácter didáctico de la obra y la colaboración desinteresada de su autor con la Escuela, habiendo impartido cursos a los jueces por cuatro años consecutivos, desde su retiro de la práctica profesional privada en el año 2002. El Dr. Molina aprovechó el momento para informar la nueva colaboración que ofrecerá el Dr. Headrick, al ceder a la Escuela sus derechos sobre su obra Compendio Jurídico Dominicano, la cual será actualizada hasta el año 2007 bajo la dirección de su autor, con la finalidad de contribuir de esa manera a la difusión entre jueces y abogados de los criterios de nuestro más alto tribunal de justicia.
Por su lado, el Dr. Headrick manifestó que su intención al escribir la obra no era repetir lo que ya se ha escrito, sino explorar lo novedoso. Desde mediados del siglo pasado, el derecho de los contratos se ha enriquecido considerablemente, por el surgimiento de problemas nuevos, por soluciones nuevas a problemas viejos y por el uso en el ámbito comercial de nuevos tipos de contrato. El libro enfoca los problemas de la actualidad y las soluciones que ofrecen los tribunales.
El autor de la obra ha recopilado en sus páginas el uso de casos reales y los ejemplos de la jurisprudencia para ilustrar la aplicación del derecho. El Sr. Headrick espera que la lectura de su libro se hará, no solamente más instructiva, sino también más agradable para todos los juristas y profesionales del Derecho.
William Headrick de nacionalidad norteamericana fundó en 1985 junto con los destacados juristas dominicanos Roberto Rizik, Mary Fernández y Francisco ("Pancho") Alvarez, el bufete de Headrick, Rizik, Alvarez y Fernández, a quienes posteriormente se unieron como socios Marisol Vicens, Tomás Hernández y Sarah De León, quienes junto a otros treinta profesionales del derecho forman su staff de abogados.