La parte más importante de nuestra habitación es la cama y hay una variedad de conceptos y detalles que intervienen en su selección. Por el tipo de cama, el material de construcción, los colores y el diseño sabemos mucho de la persona que la ocupa.
Así vemos que una personalidad clásica y tradicional utilizará diseños de madera o hierro; una personalidad ligera, femenina, escogería maderas claras y juegos de flores y una de gustos modernos se decidiría por espaldares de latón y diseños de vanguardia.
Elección de colores: Para las paredes se recomiendan los tonos cálidos, con matices cremosos, caramelos, ámbar. Eso tiene la doble ventaja de que proyectan tranquilidad, cualidad imprescindible en un lugar de descanso y porque se prestan a un sinnúmero de combinaciones con el resto de los detalles.
Cortinas: Imponen la intimidad que es inherente a una habitación de uso privado. Más o menos oscuras, livianas o pesadas, nos permiten administrar la cantidad deseada de luz y claridad.
Sábanas: Más que el color o el diseño, lo importante es la calidad. Los ideales son las confeccionadas en 100% algodón, con un mínimo de 230 hilos. Deben ir coordinadas con el edredón.
Almohadones, cojines: Detalles que personalizan y dan volumen. Realzan o disimulan las cualidades del edredón.
Lámparas de noche, alfombras de pie: Accesorios de comodidad que para muchos son imprescindibles.
Un jarrón de flores frescas, un rincón para las velas aromáticas, el desayuno en la cama, una vajilla para usar sólo en la intimidad. Éstas son nuestras ideas….entonces, usted pone los detalles y ¡manos a la obra!