Ahí fue cuando se dio cuenta que la voz no era de un ser humano sino de su adorable gato.
"Creo que Mimi aprendió a decir 'Laolao' ya que mi nieta me lo dice todo el tiempo", explicó Lv, agregando que desde esa primera palabra, Mini ha ampliado su vocabulario.
"Cuando se despierta y no ve a nadie alrededor, él suele preguntar: '¿ren ne?' (¿No hay nadie?). Mientras que, cuando estoy con mis amigas jugando mahjong, él se acerca y dice: '¿gan sha ne?' (¿Qué están haciendo?)".
La señora Wang, vecina de Lv, asegura que la pronunciación de Mimi es muy buena aunque "suena como una niña, y él es niño".