. Praga-Viena-Budapest. De una sola tirada puedes ver estas antiguas joyas del imperio austrohúngaro, que a pesar de toda su vetustez son ciudades vibrantes y modernas. Tienen la suerte de haber sido conservadas a través de sucesivas guerras europeas y por eso mantienen intactas muchas de sus maravillas arquitectónicas. ¡Es una combinación perfecta!
· Venecia-Florencia-Roma. ¡Esta excursión por las tradicionales del norte italiano es preciosa! Muchos la combinan con las visitas a Londres y París, pero todo depende del tiempo que tengas. Puedes instalarte en Roma y dedicar dos o tres días, viajando en tren, a las otras ciudades.
· Roma-Nápoles-Pompeya (o Capri). Este es un trío que se añade muchas veces al anterior; aunque parezca una gira larga, no lo es, pues hasta se puede hacer en un solo día (claro, eso significa que pasarás, muy rápido por Pompeya y Capri. Si vas de Roma hacia el sur, añade unas horas o un día más) e inclúyelas. ¡Valen la pena!
· Londres-París-Roma. Aquí se cubren tres de las capitales más importantes; hay quienes prefieren ir a Italia saliendo en tren desde Parías y no en avión, aunque de esta última forma se ahorra más tiempo. Si vas en tren, tienes las oportunidad de escoger entre dos rutas predilectas y bellísimas: por la ruta Suiza, atravesando parte de los Alpes, o por la ruta del sur, a lo largo de una parte de la Costa Azul y los preciosos puertos italianos del norte.