Qué son las várices?
Las várices son dilataciones permanentes y patológicas de algunas venas, es decir las várices no son más que venas que se han enfermado y no pueden cumplir con su función fisiológica.
¿Porqué salen las várices?
La presencia de várices está relacionada con el desempeño de algunas actividades donde la persona permanezca tiempo prolongado de pie, pero hay que tomar en cuenta que esta enfermedad esta íntimamente unida al factor hereditario hasta, en un 80% (Estadística Mundial) y sobre el 90% (Estadistica Propia). Por otro lado suelen presentarse várices en el caso de las mujeres, asociadas a factores hormonales.
¿Se presenta igual en los dos sexos?
Aunque las complicaciones y el tratamiento son iguales para ambos sexos, esta enfermedad se presenta mayormente en el sexo femenino en una proporción de 7.1.
Para combatirlas:
El consecuente calor que trae consigo la época más calurosa del año trae consigo el recrudecimiento de problemas circulatorios de todo tipo. Entre ellos, la aparición de varices en las piernas es el que más preocupa a muchas mujeres, preocupadas por el aspecto de sus piernas al descubierto.
Para combatirlas existen una serie de medidas que, seguidas de manera conveniente, pueden resultar muy efectivas. Es importante, por ejemplo, mantener una dieta alimenticia equilibrada, de forma que proteja nuestro sistema circulatorio.
Otra medida importante es huir del sedentarismo. El calor invita a la inmovilidad, pero ésta es la enemiga natural de nuestro bienestar circulatorio. Intentar no permanecer demasiado tiempo en la misma postura -ya sea sentado o de pie- y dar cortos paseos es fundamental, así como practicar ejercicio asiduamente.
En este sentido, hay ejercicios especialmente indicados para evitar las varices que muestran año tras año su efectividad:
En posición erguida, ponerse de puntillas lentamente para luego volver a la posición inicial y después elevar el antepié manteniendo los talones sobre el suelo; se trata de un ejercicio muy útil cuando debemos permanecer sentados o de pie durante largo rato.
Otro ejercicio muy útil se subir y bajar escaleras de forma frecuente.
Mantener las piernas un tanto elevadas tanto cuando estamos durmiendo como cuando descansamos, por ejemplo, en un sofá, también es de mucha utilidad.
Otras medidas a tener en cuenta son huir de las prendas ceñidas, que pueden dificultar la circulación en venas y capilares, así como procurar mojar las piernas con agua fría -por ejemplo, pasear por la orilla del mar procurando que la corriente acaricie las piernas- y evitar los baños calientes.
También se recomienda activar el flujo circulatorio con masajes en las piernas, desde el pie hasta el muslo, evitar permanecer expuesto al sol durante las horas centrales del día y, por último, huir del uso de tacones altos.