ROMPE CON ESA MANÍA DE ACUMULAR: Inspecciona el exceso de productos de belleza que has acumulado y tira a la basura lo que no usas desde hace meses: champús, humectante y cosméticos…todo, excepto esa sombra de ojos de un color especial que reservas para las ocasiones especiales. Para simplificar más acude a este truco que te permite aprovechar mejor el lápiz labial: cuanto ya estén bastante usados, corta lo que queda de pigmento en las barritas y coloca los trocitos en una "paleta" de color, que puedes comprar en cualquier tienda de cosméticos. No sólo acabarás con el desorden sino que te verás siempre fabulosa con muy poco esfuerzo y tendrás siempre a mano lo que necesites.
DUPLICA EL PLACER DE TU CENA: A todos nos gustan las cenas románticas (pero sin el estrés de la cocina), así que pon en práctica este truco para ahorrar tiempo. Cuanto tú y tu hombre pidan comida para llevar, ordena un platillo extra. La noche siguiente, repite la cena romántica sirviendo ese platillo con cualquier otro acompañante fácil de preparar: arroz, ensalada, pasta.
EVITA EL PÁNICO DEL REGALO: Libérate del estrés de comprar regalos a última hora teniendo siempre guardados unos cuantos presentes finos. Déjalos envueltos y será cosa de "coser y cantar".
SOSIEGA LA ANSIEDAD MATUTINA: Si camino a la oficina debes prepararte para el caos que regularmente te espera en el buró (descifrar la lista de lo que debes hacer, determinar prioridades y poner al tanto al jefe de los proyectos pendientes), prueba esta estrategia para que tus mañanas transcurran del modo más sereno posible: acostúmbrate a dedicar la última media hora de trabajo a preparar la tarea del día siguiente; de estar forma comenzarás el día sin nerviosismo y con un estado mental calmado.
MITIGA LA AMNESIA DE LAS FECHAS: Si debes recordar un millón de fechas de cumpleaños, aniversarios y fiestas; las notas de papel se te pierden, crea el hábito de revisar todos los días tu agenda, o programa tu computador para que te haga los recordatorios de lugar. Puedes recibir un correo electrónico uno o dos días antes de la fecha, para que estés al tanto.
ELIMINA LA ROPA INTERIOR VIEJA: Todas las mujeres guardan una colección de ropa interior que aunque resulta útil, no tiene nada de sexi. Bueno llegó la hora de tirar a la basura todos esos raídos pantaloncitos y sostenes de la época de tu abuela. ¿La regla? Sólo quédate con aquellas prendas con las cuales no te avergonzarías si te vieran con ella.
PREPÁRATE PARA LA FIESTA: Organizar una fiesta de último minuto será una idea divertidísima si mantienes a mano los recursos que te permitirán ser una gran anfitriona: un caja de galletas, salmón ahumado (que se conserva fresco por mucho tiempo) y un recipiente de queso fresco. Unta las galletas con queso crema, añade un trozo de salmón y ya tienes algo refinado y delicioso para picar. También trata de tener siempre en tu despensa una lata de nueces; espolvoréalas con azúcar parda y colócalas en el horno hasta que se derritan. ¿El complemento final? Una botella de vino y una botella de champaña.
NO ACUMULES EL CORREO: La mayoría de la gente suele echarle un ligero vistazo a la correspondencia que recibe diariamente y acumularla en un rincón para después examinarla con más calma. ¿Resultado? Montañas de papeles que, además de desorden, te roban hora de tu tiempo libre. Para eliminar este derroche de tiempo y energía abre tu correo en cuanto lo recibas y tira a la basura ¡en el acto! todo lo que no sirve.
EJERCÍTATE DE OTRA FORMA: Hacer tiempo para ejercitarnos todos los días resulta tan difícil que terminamos dándonos por vencidas y olvidándonos de nuestra figura. Para resolver este problema, matricúlate en una clase de baile o de yoga a la que debas asistir tres veces por semana. Así te comprometes con un régimen que, además de ser más entretenido que el ejercicio, será más fácil de cumplir porque no consumirá todas tus horas libres.
FIJA CON ANTELACIÓN TUS CITAS: ¿Te enfadas cuando necesitas un corte de pelo y tu estilista no tiene turno disponible hasta dentro de tres semanas? Crea el hábito de, antes de salir del salón, fijar tu próxima visita, de la misma forma que cuando visitas al médico. No habrá más contratiempo.