Pese a todos los inconvenientes por sus problemas de conducta, Campbell está convencida de que logrará persuadir a la compañía de que cambie de opinión.
Según ha dicho su portavoz, "Naomi ha estado volando con British Airways durante 30 años y ha sido una buena cliente. Ella confía en poder resolverlo de forma amistosa". Si no, siempre le quedarán las líneas de bajo costo.