El Newseum, que se estrenó el 11 de abril, tiene siete plantas y unos 23 mil metros cuadrados de salas de proyecciones y teatros. Entre las seis mil reliquias históricas en exposición están restos de las Torres Gemelas que se encontraron después de los atentados del 11-S y una sección de varios metros del Muro de Berlín, que pesan toneladas. Cada día, se exponen las portadas de periódicos del mundo y a través de quioscos interactivos se tiene acceso a otros miles.
Según sus promotores, este monumento al periodismo fue diseñado para ser interactivo y altamente tecnológico. Precisamente uno de ellos, Mika Makelainen, jefe en EE.UU. de la Organización de Radio y TV Finlandesa, considera que el Newseum, más que un museo de noticias, es una "experiencia". Si los visitantes no se sumergen e integran en el proceso de hacer periodismo, no aprovecharán el museo, comentó a la Red de Periodistas Internacionales (IJNet).
A pesar de que el Newseum —que costó 450 millones de dólares— se sitúa en medio de un ambiente de museos nacionales y monumentos de la política estadounidense, sus promotores señalan que tratan de presentar noticias en un sentido más amplio, más mundial.
Con el principal aporte de Freedom Forum, una fundación internacional que defiende la libertad de prensa y la libre expresión, el Newseum permite contar la "historia de cómo las noticias mantienen viva la libertad" en el mundo, dijo Cathy Troust, directora de desarrollo de exposición de Newseum.
Si bien se trata de una experiencia visual interactiva, el museo de las noticias tiene también el objetivo de crear conciencia respecto al estado actual de la libertad de prensa —o la falta de la misma— en el mundo. Un gigantesco mapa mundial, expuesto en una de las salas, ilustra con diferentes colores los niveles de la libertad de prensa en 193 países: los países con color verde son "libres", los amarillos "parcialmente libres" y los rojos "sin libertad".
El mapa, que se logró con datos del organismo de control Freedom House, ofrece una "comprensión inmediata de que una gran mayoría de la población mundial vive en países donde no hay libertad de prensa", dijo Troust. Por ahora, el mapa ha generado opiniones polémicas, añadió Troust, y "ha dado lugar a diálogos sobre la libertad de prensa". Quioscos cerca del mapa invitan a los visitantes a conocer más sobre el ambiente en que se encuentran los medios de cada país
En la sala de noticias mundiales —Wold News Gallery— se exponen las condiciones precarias en la que por lo general trabajan los periodistas, como por ejemplo una camioneta con agujeros de balas que usaron los reporteros de la revista Time durante las guerras de la ex Yugoslavia en los 90 y la chaqueta de uno de los corresponsales de la cadena ABC, Bob Woodruff, cuando fue herido por un coche-bomba en Irak en el 2006.
Los visitantes también podrán observar una sala donde se exponen los trabajos de periodistas fotográficos, otra de la historia de las noticias electrónicas, y otra de prensa interactiva y un centro para poner en práctica la ética periodística.
La funesta historia de algunos periodistas, como la del corresponsal de Wall Street Journal Daniel Pearl, que fuera secuestrado y asesinado en Pakistán en el 2002, también está documentada en un monumento de cristal de dos pisos. Éste incluye 1.843 nombres de periodistas que murieron mientras reportaban noticias desde 1837. La mayoría fueron muertos "cuando cubrían guerras, desastres naturales o crímenes violentos", dice un mensaje. Y varios "fueron asesinados para silenciar su trabajo".
Un cuarto lúgubre y vacío, ubicado en la parte inferior de una pequeña estructura de cristal, alerta a los visitantes de los periodistas que serán recordados en el futuro.
A pesar de que el museo tiene una gran sala dedicada a las noticias mundiales, Mika Makelainen dijo a IJNet que el Newseum es "claramente un proyecto estadounidense". Sin embargo, una mirada "detrás de bambalinas" al trabajo de los periodistas internacionales sería interesante, como "grabar sus experiencias" o exponer "objetos de todas partes del mundo", dijo.
Según personal de Newseum, se espera la asistencia de unos 500 mil visitantes en los primeros 12 meses, a pesar de los 20 dólares del precio de la entrada. Charles Overby, gerente general de Newseum, explicó que el precio de la entrada era necesario, porque el Newseum es una entidad privada. Por lo tanto no depende de los impuestos que pagan los estadounidenses como sucede con los otros museos en Washington, la mayoría gratuitos.
Otros se preguntan sobre los lujosos departamentos que están adjuntos al Newseum y el lujoso restaurante ubicado en un gran vestíbulo y donde se sirve una variedad del menú estadounidense.
"Qué tal un menú de la comida internacional", se preguntó Makalainen.
Pero el primer paso para entender el Newseum, dijo Babak Yektafar, director editorial de la publicación iraní, Washington Prism, es darse cuenta que no se trata sólo de honrar al periodismo, si no también de celebrar el "negocio del periodismo". Además, añadió, "¡una prensa libre e independiente necesita dinero!"
Para mayor información viste (en inglés) www.newseum.org.