La actitud de los seres humanos ante la muerte no ha sido la misma a través de los tiempos; cuando un hombre de hoy habla de su partida definitiva de este mundo piensa que si le fuera dado escogería una muerte súbita, sin dolor, como un leve sueño. El hombre del medioevo se sentiría aterrado de ello, porque como lo expresa el padre de Hamlet, en la famosa obra de Shakespeare, moriría "en la flor del pecado"; por eso prefería un tiempo de arrepentimiento y de balance de sus deudas con Dios y con sus semejantes, inclusive se rezaba "líbranos Señor de la muerte repentina".
FACTORES QUE INCIDEN EL SUICIDIO:
Se han relacionado varias fuerzas sociales importantes con el suicidio, entre las cuales sobresalen, el desempleo, la violencia doméstica y colectiva y el sentimiento de falta de sentido de la vida. En este último merece destacarse un singular estudio del sociólogo Emile Durkhein en el cual que analiza la asociación entre las condiciones sociales y las tasas de suicidios.
El suicidio figura entre las diez causas principales de muerte entre los países que publican las tasas, correspondientes en la población joven se encuentra entre las dos o tres primeras causas de muerte.
PROBLEMA ÉTICO Y DE SALUD MENTAL.
Aunque los suicidios y las conductas suicidas son tan antiguas como la propia humanidad, desde el siglo XX son un problema de salud publica. En 1998 la Organización Mundial de la Salud -OMS- registró alrededor de 800,000 suicidios.
En todo suicidio el significado personal y social del acto y las respuestas que suscita están intrínsecamente vinculados a la moralidad y la ética.
El suicidio es una decisión racional de acabar con la propia vida, basada en el sufrimiento de cargas insoportables o en la incapacidad de vivir de acuerdo con los valores que la propia historia personal avala como esenciales para la estima propia.
La valoración y estudio de la autodestrucción humana ha tenido un enfoque diverso desde mucho tiempo atrás. Todavía hoy se nos hace un poco impreciso, pero es interesante que, por ejemplo, en la República Dominicana, según las ultimas cifras suministrada por la Policía Nacional, en el 2006 entre las causas que parecen haber motivado la mayoría de los suicidios consumados, el máximo porcentaje está ligado con asuntos pasionales.
Junto con el manejo del paciente violento, una persona potencialmente suicida es el prototipo de la situación de urgencia psiquiátrica a la que se tiene que enfrentar el médico. Por eso es necesario trabajar en el entrenamiento del profesional de la medicina de atención primaria, ya que ocupa un lugar privilegiado.
También se sabe que más de dos tercios de los pacientes suicidas han consultado a un medico en el mes precedente a la toma de su fatal decisión.
La capacidad de los servicios de salud, al igual que los valores sociales que hacen posible disponer de recursos para cubrir necesidades especiales para la atención del anciano y del enfermo terminal, son factores de peso en las ecuaciones que en última instancia motivan el suicidio o la supervivencia.
Ciertas políticas sociales han demostrado su capacidad para influir sobre las tasas de suicidios, especialmente en sociedades donde es posible controlar los medios de comunicación utilizados con más frecuencia.
Los suicidios que reciben gran publicidad pueden motivar conductas semejantes en otras personas, especialmente en adolescentes.
Una mejor comprensión de este fenómeno puede ayudar a docentes y profesionales de la salud a reconocer situaciones de riesgo y a responder con el apoyo necesario.
Debido a lo rico y amplio del tema le prometemos analizar otros aspectos del suicidio en una próxima entrega.
"Poco me retiene de poner fin a mi vida solo el arte !ay de mi! me parece imposible dejar este mundo sin haber realizado todo aquello a lo que me siento inclinado, es por esto por lo que acepto arrastrar esta existencia miserable". Beethoven.