Un equipo del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Materiales de la Universidad de La Habana trabajó desde 2002 para obtener este ingenio que disminuye el dolor y garantiza una cauterización de la piel casi de modo inmediato.
En declaraciones al periódico Juventud Rebelde el ingeniero electrónico, José Luis Cabrera precisó que el proceso de extracción ocurre totalmente en el aire, es decir no existe contacto entre el dedo y el ligero aparato.
Esto permite que pueda ser utilizado en muchas personas sin temor de que exista transmisión de enfermedades.