PLÁSTICOS:
Un fenómeno actual inquietante es el aumento de los trastornos de fertilidad en los hombres (disminución del nº y calidad de espermatozoides), y de los canceres hormono-dependientes (de mama, de próstata).
Una de las causas conocidas de este fenómeno son unas sustancias químicas artificiales que tienen un efecto similar a los estrógenos, pero más potentes: son los xenoestrógenos (sustancias externas al cuerpo con un efecto estrogénico) cuyas principales fuentes conocidas son los pesticidas y los plásticos. Al contrario que el vidrio o el acero, que continúan siendo inertes aún cuando se calientan, los plásticos aumentan su inestabilidad con el calor. De hecho, es muy fácil fundirlos.
Hay muchos tipos de plásticos. Probablemente no todos tienen el mismo riesgo, aunque sí se sabe que el más inestable es el papel film. Unas sencillas precauciones pueden ayudar a minimizar los riesgos.
QUÉ PODEMOS HACER:
– No descongelar en el microondas comida congelada en su recipiente de plástico. Desmoldarlo previamente y colocarla en un recipiente de vidrio. Mejor aún si se saca del congelador la noche anterior, ya que la cocina con microondas también tiene sus inconvenientes.
– No poner comida caliente en recipientes de plástico.
– No envolver comida húmeda (filete) en papel film (plástico). El mejor envoltorio es el papel encerado de toda la vida.
ALUMINIO:
Actualmente en los comercios ya no se venden cacerolas de aluminio: sólo es posible encontrar de acero inoxidable. Esta medida fue tomada hace años cuando se constató que los recipientes de aluminio no son inertes, sino que pueden emitir partículas a la comida. (Eso no evita, sin embargo, que muchos restaurantes y cantinas de colegios y empresas sigan utilizando cacerolas de este material). Tasas elevadas de aluminio han sido relacionadas con pérdida de memoria, senilidad precoz y Alzheimer. Conviene, por tanto, ser cauteloso con este material, y sobre todo, evitar que entre en contacto con comida caliente: adiós a la "papillotte", el último grito en cocina ¿saludable?.
QUÉ PODEMOS HACER:
No cocinar en "papillotte" con papel de aluminio.
– Evitar meter en el horno comida pre-cocinada congelada en recipiente de aluminio. Cambiarlo previamente a un recipiente de cristal.
– No utilizar aluminio para envolver comida. Pedir al carnicero o charcutero que envuelva la compra en el papel encerado de toda la vida. Envolver los bocadillos en papel. Pueden usarse los mismos saquitos de papel donde vienen envasados.
COCINAR CON TEFLÓN:
El material anti-adherente más a la moda actualmente es el teflón, un producto que se suponía inocuo. Pero los consumidores ya vamos sabiendo que cuando un producto se declara inocuo, eso significa que lo es hasta donde se sabe. De acuerdo con lo descubierto en recientes, es necesario utilizarlo con cierta precaución.
A partir de los 370 grados el teflón libera hasta 15 gases tóxicos, dos de los cuales son de naturaleza cancerígena. ¿Quién pone la sartén a esa temperatura? Se preguntará más de una. A lo que cabe responder ¿y quien no se ha dejado nunca la sartén en el fuego? Y otra pregunta: cómo sabemos que no hay interacción entre el aceite hirviendo y el teflón?
Cuando el teflón se calienta por encima de los 240º, las emisiones pueden acabar con la vida de un pájaro que se encuentre cerca. El pájaro resulta afectado es porque su escaso peso requiere una dosis mucho más pequeña para que el tóxico sea letal. A nosotros nos haría falta una mayor exposición para que realmente nos afecte. Pero este dado debería ser suficiente como para tomar ciertas precauciones, mientras se descubre más acerca de la seguridad del teflón.
QUÉ PODEMOS HACER:
– Ventilar la cocina mientras se cocina.
– Limitar el teflón sólo a las sartenes o incluso cambiarlas por sartenes de acero inoxidable o de hierro. En los demás recipientes utilizar acero o vidrio.
– Descartar las sartenes que tengan arañazos o parte del recubrimiento gastado, así como las que se nos han quemado (por olvidar la sartén al fuego).
– Limitar la temperatura de cocinado a la imprescindible. No dejar que humee el aceite. No chamuscar los alimentos.
– Dar preferencia a otras formas de cocción: al vapor, estofado, al horno… y limitar las frituras. Extremar las precauciones en caso de embarazo y de niños de corta edad.