Utilizar adecuadamente la luz te permitirá ampliar o disminuir los espacios de la casa; acabar con los espacios oscuros; resaltar la decoración y hasta esconder aquellos defectos del hogar que deseas que nadie vea.
Una buena lámpara y en el lugar adecuado puede llegar a cambiar por completo la forma en que se ve una habitación, su estilo y su comodidad", asegura la experta en decoración de interiores, Itala Shabaag.
Para iluminar correctamente cada ambiente primero tienes que pensar:
– Qué actividades se desarrollan en cada cuarto y no pasar por alto la decoración del hogar en su conjunto.
– Las texturas, pisos y paredes, colores preponderantes, formas de muebles y objetos de tu casa así como el estilo general de vida que llevas.
– Las luces muy intensas pueden resultarte muy incómodas, además de producirte gastos innecesarios.
– Es importante que ilumines cada rincón en su justa medida.
¿Por dónde empiezo?
Primero debes elegir el tipo de luz que deseas para la habitación. Luego llega la hora de encontrar el artefacto adecuado para ese lugar. La pregunta que tienes que hacerte es: ¿cómo iluminar?. Y después, ¿con qué?.
La luz de techo y muy directa hace que tu habitación se vea más seria, rígida o formal. Mientras que la luz que proviene de lámparas de piso hace que ésta luzca más cálida e íntima.
Si quieres crear un entorno aún más sugerente, puedes recurrir a la luz de las velas o veladoras. Lámparas de pie, arañas, veladoras… todo vale. Ellas filtran la luz y hacen que los ambientes cobren distintas personalidades. Incluso permiten decirle adiós a la oscuridad aún cuando la casa no tenga muchas fuentes naturales de luz (ventanas, vitrales, etcétera).
La luz de techo y muy directa le da un toque formal al cuarto. La luz de una lámpara de piso, la vuelve cálida.
SALA Y COMEDOR:
El comedor y la sala son los lugares de la casa que necesitan mayor iluminación. Allí pasarás buena parte del tiempo con tu familia. La sala es un lugar de estar. Por lo tanto, la luz debe ser cálida y agradable. Una buena combinación de luces en el techo y luz baja es lo ideal.
Ten en cuenta que en la sala se combinan muchas actividades, como mirar televisión, leer, escuchar música, recibir a los amigos o simplemente descansar. Es por eso que si la construcción de tu casa así lo permite, colocar una lámpara en el centro del techo y combinarla con lámparas de pie, te permitirá utilizar la luz adecuada para cada momento. De esta forma, acabarás por completo con cualquier problema de penumbras, incluso si tu habitación no tiene ventanas.
Los colores también ayudan a la luminosidad de los espacios. Si las paredes del salón son de colores claros, es más fácil conseguir un ambiente cálido y dispondrás de más luz para desarrollar un mayor número de actividades. Por el contrario, si las paredes son oscuras, favorecerás la intimidad pero necesitarás una iluminación más intensa y bien pensada.
En el comedor lo ideal es colocar luces que no deslumbren. El objetivo es iluminar la mesa correctamente. Instalar una araña central que caiga sobre el centro de la mesa es la opción más utilizada en las casas tradicionales.
EL RESTO DE LA CASA:
En la cocina, una única luz desde el techo no será suficiente. Necesitarás distintos puntos de luz bajo los armarios y la mesada para poder cocinar confortablemente. La campana extractora debe contar con luz propia para poder iluminar directamente cuando estés trabajando en la cocina.
La mejor manera de iluminar el baño es mediante focos empotrados en el techo, porque necesitarás contar con una luz general potente. Frente al espejo es donde se necesita más luz y el principal objetivo aquí es evitar las sombras. Para eso, hay que iluminar desde ambos lados del espejo y no desde arriba.
El cuarto es el lugar de relajación y descanso. Para lograr un ambiente sedante y calmo, tienes que evitar colocar una luz en el techo que moleste en la cama. Las lamparitas en las mesas de noche, luces en el cabezal de la cama y lámparas de pie, son de gran ayuda. Seguramente si pones en práctica estos consejos no te será difícil iluminar tu casa y despedirte de la oscuridad.
Si las paredes del salón son de colores claros, es más fácil conseguir un ambiente cálido y dispondrás de más luz.