El avance de la plaga comenzó hace 13 meses sin que las medidas adoptadas por los campesinos hayan logrado detener lo que han dado en llamar con temor supersticioso "la peste blanca" por el color de las larvas.
La proliferación de los insectos está favorecida por una combinación de factores entre los cuales predominan la humedad de los suelos y la falta de pesticidas cuyo precio los coloca fuera del alcance de los campesinos.
Oriunda de Asia y África, la Paratrechina longicornis Latreille, nombre científico de esa especie, ha mutado y ataca al ganado y las aves de corral, acorde con testimonios de campesinos.
Las invasoras, a pesar de su aparente conducta errática, actúan de forma organizada y penetran por los orificios del ganado mayor y las aves de corral hasta causarles la muerte.
Esa conducta atemoriza a los campesinos que dicen "dormir con un ojo cerrado y otro abierto" ante la posibilidad de ataques a los humanos.
Parecen moverse sin organización, pero eso es sólo parte de su método de operar pues por estudios sobre esa variedad se sabe que tienen una sociedad bien estructurada y jerarquizada, según entomólogos.
Su estricta organización es su Talón de Aquiles pues facilita transmitir el insecticida a las reinas y sus crías a través de las obreras, añaden las mismas fuentes.
Sin embargo hasta el presente no se han adoptado medidas de contención y ello facilita la expansión de la plaga más aún en las actuales condiciones favorables.
La situación se complica por la parálisis gubernamental tras la cesantía semanas atrás del primer ministro Jacques Edouard Alexis y la lentitud del proceso de designación de un sustituto.
Con la temporada ciclónica en su apogeo es previsible que el país sufra fuertes aguaceros en los próximos meses lo que crea condiciones favorables para la proliferación de los insectos.