En sentido estricto, este sería el caso de las bebidas alcohólicas que sólo contienen alcohol. Alimentos muy refinados también podrían incluirse dentro de esta denominación, puesto que pueden aportar gran cantidad de energía pero muy pocos nutrientes.
Cuando se consumen calorías vacías hay que compensar esa carencia de nutrientes con otros alimentos, con lo que puede ser posible que aumente en exceso las calorías totales. También puede pasar que no aumenten las calorías totales pero se deje de comer alimentos más importantes
El Aceite:
Otro componente de la dieta que en ocasiones y sobre todo hace unos años se consideraba como suministrador de calorías vacías era el aceite, ya que siempre se ha pensado que sólo aportaba energía. Sin embargo, además de calorías, las grasas son vehículo muy importante de todas las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y aportan además una serie de ácidos grasos esenciales para la salud.
Grasas :
Tampoco hay que olvidar que las grasas son el agente palatable por excelencia de nuestra dieta (uno de los componentes que hace apetecible la comida) y por tanto sin ellas, la comida no sería aceptada.
El Azúcar:
A veces también el azúcar se califica como alimento que sólo aporta energía identificándose con mucha frecuencia como calorías vacías. Sin embargo, también en este caso es necesario hacer algunas consideraciones. Por ejemplo, muy pocas veces tomamos el azucarero y comemos azúcar sola, a cucharadas. Normalmente, el azúcar se combina y emplea para edulcorar otros alimentos que sí llevan y aportan nutrientes como los lácteos, la repostería, los flanes o los zumos de frutas, entre otros.
De manera que, indirectamente, junto con el azúcar, van otros nutrientes esenciales. Pero hay otro aspecto también muy importante: en el caso del azúcar su sabor dulce y fácil digestión puede hacer que algunas personas (ancianos con menor capacidad gustativa, enfermos o inapetentes) consuman determinados alimentos que de no llevar azúcar quizá no se hubieran ingerido. Por tanto, respecto al azúcar, su palatabilidad, es decir su capacidad de conferir sabor dulce y agradable a la dieta, favorece el que ésta sea más fácilmente aceptada y se consuma.
Sabemos que no se come sólo para mantener la salud, aunque éste sea obviamente el objetivo prioritario, sino también por placer y de acuerdo con nuestros hábitos alimentarios. Si estos dos últimos requisitos no se cumplen, la dieta, por muy bien programada que esté desde el punto de vista nutricional, no se consumirá y, en definitiva, habrá sido un fracaso.