Los autores del estudio consideran que la disfunción sexual femenina es un efecto secundario de la administración de antidepresivos recetados a las mujeres de entre 18 y 65 años. Esta anomalía puede afectar la lubricación vaginal y retrasar el orgasmo, entre otros síntomas.
Los médicos eligieron a varias pacientes de siete centros de salud de los Estados Unidos que hubieran sido medicadas con fármacos antidepresivos por 27 meses. Luego, las dividieron en dos grupos de 49 personas. A uno de ellos se le administró sidenalfin en dosis de entre de 50 mg y 100 mg. Al otro se le dio un placebo.
Aunque solo 76 mujeres terminaron el estudio, que se llevó a cabo entre septiembre de 2003 y enero de 2007, el resultado determinó que el 73% de las mujeres que tomaron el placebo no mostraron ningún indicio de mejoramiento de sus males. En cambio, un 28% de aquellas que recibieron sildenafil sí lo hicieron.
Los médicos aseguran que este descubrimiento es importante "no sólo porque las mujeres sufren casi el doble de trastornos depresivos en comparación con el hombre y porque la disfunción sexual femenina es mayor que la masculina" sino que los inhibidores como el sildenafil "son efectivas para ambos sexos".
El estudio también concluye que los resultados no pueden ser generalizados para las mujeres que no compartan las características de las pacientes incluidas en el caso, pero asegura que el ingrediente activo de la Viagra puede ser combatible con aquellas mujeres que necesiten continuar sus tratamientos por depresión.