Las fotografías han sido publicadas por la revista New Scientist, y son las más claras imágenes que se tienen de la ovulación de una mujer, pues hasta ahora sólo había podido observarse la ovulación de los animales.
Las imágenes son posibles gracias a que el óvulo maduro es una célula grande, mide aproximadamente 0.14 milímetros y puede ser visible al ojo humano.
Gracias a estas imágenes se ha descubierto que, al contrario de lo que se pensaba, la liberación del óvulo no es un evento súbito y explosivo, sino que el proceso dura unos 15 minutos.
Como señala el médico que captó las imágenes,
La liberación de un oocito (una célula a punto de convertirse en un óvulo) de un ovario es un evento crucial de la reproducción humana. Y estas imágenes nos permiten tener un mejor entendimiento de este mecanismo.
El proceso que puede verse en la secuencia es el siguiente. Los óvulos humanos son producidos por folículos, sacos cargados de fluidos en la superficie del ovario. Poco después de que el óvulo es liberado, las enzimas separan el tejido del folículo maduro.
Esto provoca la formación de una protuberancia rosada y poco después aparece un orificio del cual emerge el óvulo rodeado de una sustancia gelatinosa que contiene células. Y posteriormente el óvulo entra en una de las trompas de Falopio, que lo lleva hacia el útero.
Es decir, un evento que tiene lugar muy pocas veces en la vida de una mujer, y en momentos muy concretos, por lo que realmente considero que estas imágenes constituyen un hito en la historia de la ginecología que pasara a formar parte de los libros especializados, aunque realmente no conlleve implicaciones médicas inmediatas.