Lógicamente no hay confirmación oficial, ya que los detalles de la ceremonia inaugural en realidad son secretos.
Unos 70.000 espectadores siguieron el primero de los dos ensayos generales en el estadio. Otros cientos de miles intentaron en la cálida noche de verano enterarse de algo desde fuera del recinto olímpico, herméticamente cerrado.
Los hilos de este espectáculo son manejados por el director de cine chino Zhang Yimou, cuyas películas están repletas de trajes espectaculares y efectos de luz.
La cadena televisiva surcoreana SBS grabó en secreto un ensayo anterior, tras lo cual los furiosos organizadores expresaron una "seria advertencia".
En las grabaciones, se ve entre otras cosas que grandes ballenas que parecen nadar bajo el agua son proyectadas con luz azul contra el techo del estadio, mientras que un gran globo terráqueo se observa en el medio del estadio.
Debido a esta violación del secreto, las medidas de seguridad se reforzaron. Algunos periodistas pudieron seguir el ensayo en el estadio, pero están obligados a guardar silencio. Los fotógrafos incluso tuvieron que entregar sus cámaras antes de poder entrar al estadio.
Entre los momentos culminantes, figura la presencia de un gran grupo de tamborileros, ataviados de blanco, que generarán un estruendo que se podrá escuchar incluso bastante lejos del estadio.
Las directrices se dan a través de radio. En singular contraste con sus trajes tradicionales, los tamborileros y muchos otros participantes llevan auriculares.
Hong Kong envía a elegantes jóvenes damas vestidas con trajes de seda de color rosado. Una provincia del norte de China estará representada con figuras de fantasía vestidas y maquilladas de forma muy imaginativa. Entre ellas, hay un hada vestida de seda blanca, que estará sentada sobre una flor de loto dorada.