Avances de la fertilización in vitro:
El 25 de julio del 1978 nació Louise Brown, la primera bebé concebida por fertilización in Vitro, y a partir de esa fecha se han acrecentado los avances alcanzados en este campo de la ciencia y la cantidad de bebés que llegan al mundo gracias a la fertilización asistida.
En la actualidad es posible congelar óvulos para que las mujeres afectadas de enfermedades preexistentes, como el cáncer, puedan ser madres. También se benefician con este proceso aquellas que desean decidir el momento ideal para traer una criatura al mundo.
Asimismo, se puede seleccionar los espermatozoides más aptos para concretizar un embarazo mediante técnicas electromagnéticas con fragmentación de ADN.
También, es posible realizar diagnósticos con mayor precisión, gracias a dispositivos de última generación como la listero-salpingografía virtual por tomografía computada multislice, que provee imágenes bidimensionales, tridimensionales y endoscópicas del aparato ginecológico.
La infertilidad, una situación compleja:
Independientemente del abanico de posibilidades existentes para enfrentar la infertilidad, el principal desafío de médicos y pacientes es afrontar los trastornos de esta condición como "un tema más" de la pareja, para poder tratarlos con la mayor dedicación y tranquilidad posible.
Para enfocar con éxito la situación de una pareja que se enfrenta al problema de la infertilidad se precisa de un equipo de profesionales integrado por ginecólogos, biólogos, andrólogos, urólogos, psiquiatras, psicólogos, sexólogos, infectólogos, genetistas y endoscopistas.
El doctor Ramiro Quintana, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER) afirma que la infertilidad y su influencia en la sexualidad de la pareja es un tema que hoy se aborda con naturalidad y del cual se habla de manera espontánea. Esto se tiene en cuenta en el momento de comenzar con los tratamientos de fertilización asistida.
Quintana plantea que el momento de tomar la decisión de consultar para iniciar un tratamiento contra la infertilidad es sumamente delicado, pues para la pareja comienza un camino muy difícil de transitar y en el cual entran en juego muchas cosas que a veces representan un riesgo.
"La clave está en rescatar la sexualidad no sólo como algo que está al servicio de la reproducción, sino como un espacio íntimo y de compartir con el otro, enfrentando el tema y las emociones que cada uno tenga", añadió.
De su lado, la doctora Adriana Ferraina, médica Psiquiátrica, responsable del Departamento de Trastornos Alimenticios y Fertilidad del Centro Argentino de Fertilidad, señala que con el objetivo de que la pareja salga fortalecida, es importante que el médico cumpla un rol de sostén y contención.
Agrega que hay que con considerar no sólo los sentimientos y las emociones, sino que se precisa derribar algunos preconceptos, como el que sostiene que las mujeres pueden postergar su maternidad "indefinidamente", cuando la realidad es que después de los 40 años la fertilidad femenina ha disminuido de forma notable.
El doctor Sebastián Gogorza, Presidente de la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva señala que hasta los 30 años la tasa de fertilidad femenina se mantiene dentro de los límites aceptables y a partir de los 35 comienza una disminución progresiva.
Asegura también que pasadas las cuatro décadas de vida la calidad y el potencial reproductivo de los óvulos merma y esta condición que acrecienta la posibilidad de sufrir un aborto espontáneo.
Los especialistas insisten en que las mujeres deben estar conscientes que postergar la búsqueda de un bebé no sólo implica riesgos sino también un costo económico y emocional porque a mayor cantidad de intentos en la búsqueda de un embarazo, mayor es el sufrimiento y la frustración.