PECHO:
Los problemas de fondo nos llevan indefectiblemente a la forma y a la inversa, pero también a los métodos para alcanzar el objetivo deseado aunque en primera instancia sea sólo a nivel superficial, sin explorar en profundidad la causa real de nuestro problema físico o distorsión mental. Los complejos más frecuentes que atenazan nuestro cuerpo desde la adolescencia hasta la madurez son:
Pecho plano: El busto infantil, casi inexistente de algunas adolescentes puede aumentar considerablemente de tamaño tras un embarazo. Es conveniente esperar a él, antes de recurrir a una cirugía estética de aumento mamario con prótesis de silicona, que es la única solución para este problema.
No todas las mujeres que tienen el pecho pequeño se someten a estas intervenciones, sólo aquellas que están verdaderamente acomplejadas. Sé puede ser feliz con un busto poco desarrollado, sólo tienes que buscar un estilo que se adapte a las formas de tu cuerpo. No se puede pretender lucir un escote de vértigo si no existe el desnivel apropiado, pero la moda propone miles de opciones.
En ese caso lo más importante es mantener el pecho firme. Al margen de la talla de sujetador. Un pecho es bonito independientemente de su tamaño grande o pequeño, se manifiesta por su tacto, turgencia y elevación.
Los embarazos son la prueba de fuego para el busto, hay que intentar cuidarse con productos específicos para senos: cremas reafirmantes y antiestrías. Resultan estupendos los ejercicios de gimnasia localizada, las duchas frías y las pesas. En casos extremos se puede recurrir al lifting de senos o los implantes de prótesis de silicona.
POCA ESTATURA:
"No dar la talla" puede convertirse en el problema número uno para cualquier mujer. La poca estatura suele ser un problema hereditario y una vez superada la etapa de crecimiento, no existe ningún tratamiento viable para conseguir alcanzar un poco más de altura.
La solución a tu medida no son unos tacones de vértigo. Al contrario, los tacones exagerados resaltan el problema. Resulta menos agobiante optar por zapatos de tacón medio como normal general y en alguna ocasión aislada subir nuestro tren de aterrizaje de acuerdo a la ocasión.
Ir caminando sobre andamios nos acostumbrará a vivir en las alturas, pero también nos hará caer de bruces en la realidad cuando bajemos a nuestra dimensión real. Lo mejor es buscar la armonía del cuerpo dentro de la estatura que tenemos. Lo más importante no es ser alta o baja, si no tener un cuerpo con medidas proporcionadas y moldeado de acuerdo a sus posibilidades.
GORDOS Y LLANTITAS:
Un abdomen firme y sin un ápice de grasa, suele estar relacionado con una excelente forma física y una buena disposición de la columna vertebral. El error más común cuando se quiere eliminar la dichosa "tripita", consiste en someterse al castigo de realizar veinte o treinta abdominales diarios. Con esto, lo único que se consigue es desarrollar la musculatura abdominal, con formas y maneras dignas de un culturista.
Por el contrario, resulta mucho más efectivo practicar ejercicios de mantenimiento general o algún deporte, en especial la natación o las artes marciales. En este caso no se recomienda la cirugía porque es una intervención muy complicada y la cicatriz que deja es enormemente visible. Sí se puede recurrir a una lipoescultura, pero lo más eficaz es dieta y ejercicio.
LAS CADERAS:
En las caderas se instala con una facilidad pasmosa la celulitis, la flacidez y las estrías. Es sin duda, la zona más conflictiva del cuerpo femenino. Hay que ponerse en pie de guerra desde los quince años, justo cuando el cambio hormonal y el proceso de niña a mujer.
Las hormonas juegan en tu contra y la grasa tenderá a localizarse justo en tus pistoleras. Si te mantienes en forma y llevas una dieta equilibrada pobre en grasas e hidratos de carbono, sólo tendrás en tu contra el factor genético, que no es poco.
Va muy bien, practicar con regularidad automasajes con productos anticelulíticos, beber mucha agua y estimular tu cuerpo con ejercicio y deporte. Si a pesar de todo, no consigues rebajar pistoleras, sigue un tratamiento en un centro de belleza, existe una amplia carta de tratamientos destinada a paliar este problema.
Y aquí no existe una regla fija que asegure resultados. La pauta viene dada por un buen diagnóstico endocrino, que revele el origen y la naturaleza del acúmulo graso y después por un tratamiento personalizado. Puede ser hidroterapia, vendas frías, calor infrarrojo, drenaje linfático, mesoterapia, láser infrarrojo, etc.
Hasta ahora, la única solución universal es la cirugía estética bien realizada: la lipoescultura ultrasónica o la liposucción subdérmica.
GLÚTEOS:
La flacidez en el trasero impide a muchas mujeres el uso de tejanos y ropa ceñida. Su complejo sólo las permite llevar faldas o vestidos holgados y no soportan la idea de ponerse unos jeans.
Si se quiere levantar un trasero caído, habrá que empezar por ponerse en forma con un programa de gimnasia localizada para moldear la silueta. Es necesario dejar de lado la pereza y la vida sedentaria para entregarse al placer del baile, el deporte o cualquier tipo de ejercicio. Es la única manera efectiva para vencer la fuerza de gravedad.
Cuando la musculatura está excesivamente fláccida por un exceso de obesidad localizada, lo primero es intentar adelgazar a través de una alimentación racional y equilibrada. La cirugía puede ser una alternativa apropiada siempre que se consulte con especialistas de reconocido prestigio y saber hacer.
Cuando los glúteos tienen poco volumen y aparecen como lamidos, el problema puede ser de origen constitucional-hereditario. Entonces, la solución es colocar unas prótesis para subir las nalgas, justo debajo del pliegue del muslo. Esta intervención se denomina "culito brasileño" y el resultado es una sugerente ascensión del trasero, para emular el trasero respingón de las bailarinas brasileñas.