En la puesta en circulación, Reyna, expresó que la creación de este libro, compilación de unas series de poemas, es por la inquietud constante de hallar respuesta a la necesidad del hombre de encontrarse con si mismo y el verdadero amor.
Así también, "el resultado en nuestras vidas de ligar las artes para reforzar la esencia del vivir, del ser, de existir en un mundo complejo, con sabores y sin sabores que engrandecen nuestra esencia y entorno".
En Sueños de mujer al desnudo, perteneciente a la Colección Ángeles de Fierro, el reconocido periodista José Rafael Sosa, dice de la escritora, "Renania es la indescriptible fuerza interior. Es ave. Suspiro. Dolor. Sensibilidad desconocida. Risas y abrazos que proclaman su intensidad ante el mundo… Escribiendo de a ratos, cuando el trabajo y las obligaciones parecen dejar una brecha, se ha formado una escritora que ahora comenzamos a descubrir… El encuentro con su palabra firme, sensible y perfumada de apariciones, nos deja ese dulce sabor que producen los textos bien logrados, cuando salen de dentro, de esas profundidades donde hicieron llanto y recuerdos, ardores y esperanzas. Ha nacido una poeta".
Por otro lado, la poeta francomacorisana, Lissette Ramírez, quien tuvo a su cargo la presentación formal del libro, señaló que "son páginas limpias y sinceras emanadas de la naturaleza de una mujer capaz de romper con la rutina y la insistencia del tiempo para escribir un trozo de su vida, de complacer su alma de mujer sensible y gritar sus ansias de amar, de esperar, de soñar, de creer".
Para que la obra completara su sentido de ser, la autora se valió de los diseñadores gráficos Chabeli Núñez y Rafael Acosta, para la realización del diseño de portada, mientras que la selección de las ilustraciones que se extienden a lo largo de todo el escrito pertenecen a grandes artistas dominicanos del lápiz y el pincel, como son: Mayobanex Vargas, Fernando Ureña Rib, Osiris Gómez, Martín Santos, Miriam Miniño, Rafael Trinidad, Elía Fernández y Ulises Almánzar.
La corrección estuvo a cargo de la periodista Doris Ovalle y Francisco Mañón, así también el cuidado de edición de Tomás Castro Burdiez.
La cronista social estuvo acompañada por un selecto grupo de amigos y allegados que elogiaron sus letras, recopiladas desde el 1992 hasta la fecha.