El director ambiental del GRUPO PUNTACANA, Jake Kheel, consideró que el regreso de las tortugas pudo ser resultado de los trabajos de reacondicionamiento de la playa y mejoras en la calidad de agua.
Aseguró que la Fundación Ecológica PUNTACANA tiene un firme compromiso con la vida marina, para lo cual implementa desde hace tres años el proyecto "Sociedad para Áreas Costeras Ecológicamente Sustentables" PESCA por sus siglas en inglés.
"Para nuestro destino el regreso de las tortugas constituye un gran acontecimiento y nos muestra los resultados que vamos alcanzando con los programas ambientales que desarrollamos. Valoramos mucho su regreso, es más, nuestro hotel boutique se llama Tortuga Bay en honor a las tortugas de carey", afirmó Kheel.
Con este programa la Fundación investiga e identifica los problemas principales que afectan la zona costera, propone soluciones científicamente viables y recomendadas, e implementa planes de manejo que disminuyan los impactos negativos.
Su misión es proteger y restaurar el ecosistema del arrecife de Punta Cana a través de la implementación de prácticas de manejo, involucrando pescadores y otros actores locales en el monitoreo, regulación y acciones de conservación
La especie tortugas de carey esta considerada críticamente amenazada y se encuentra en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN.
La UICN es una organización de carácter internacional que tiene como objetivo principal ayudar a todo tipo de organizaciones internacionales a preservar los recursos ecológicos, entre ellos las ballenas y cetáceos en general, catalogando las especies como vulnerables, en peligro de extinción o en estado crítico. Esta asociación fue creada en 1948.
Algunas de las amenazas que sufre el carey son la cacería principalmente por su concha, que es utilizada para elaborar objetos diversos, lo que provocó un trafico internacional de centenares de miles de caparazones durante los años en que fue legal su caza, y esto disminuyó su población considerablemente.
También en otros países como China y Japón cazan tortugas carey por su carne, que es considerada un manjar.
En el 1996 fue colocada en lista roja de la UICN debido a una disminución global de la población de más de un 80% en las últimas tres generaciones.
También se detectó que de los 35 países y territorios de la región del Caribe, las poblaciones de carey están declinando o han sido virtualmente eliminadas en 22 de los 26 lugares en los que se dispone de información.