La Universidad invistió a 926 nuevos profesionales, en un acto solemne en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso, encabezado por las autoridades del centro docente y el maestro Melanio Paredes, Secretario de Estado de Educación de la República.
Unos 128 nuevos profesionales completaron sus estudios en administración de empresas; 102 en contabilidad; 28 en administración hotelera; 152 en mercadeo; 7 en publicidad; 17 en informática; 5 relaciones internacionales; 206 la carrera de derecho; 15 psicología industrial; 23 psicología clínica; 12 psicología educativa; 3 psicología general; 10 en comunicación social, mención periodismo; 2 técnicos en educación, mención básica; 65 en educación mención básica; 25 educación, mención ciencias sociales; 3 educación mención gestión educativa; 47 en educación mención inicial; 18 educación mención lenguas modernas; 28 en educación mención lingüística y literatura; 12 en educación, mención matemáticas y física; 11 educación mención química y biología; y 5 en educación mención informática.
La estudiante de mayor índice académico, fue Alba María Cabral, quien obtuvo un índice de 3.83 y es egresada de la carrera de Relaciones Internacionales. "Este es un momento especial, para cada uno de nosotros los graduandos; por el alto significado que reviste está ceremonia desde el punto de vista académico.
Asistimos a un acto que implica la culminación de un programa de estudios, la dotación de un nivel profesional, el seguimiento y el aprendizaje para ejercer las diferentes carreras que tienen a la vez proyección personal y colectiva. Pero asistimos también, a una graduación que es, el punto de partida para la aplicación de todo lo que aprendimos"(…)" La vida carecería de objetivos si no fuera por la superación, por la capacidad de diferenciarnos de la vida primaria, si no fuera porque soñamos y, hacemos realidad nuestros sueños con el trabajo y la dignidad de nuestra condición humana y social. Hace apenas unos días un afro norteamericano, Barak Obama, obtuvo un majestuoso triunfo en un país donde la exclusión y discriminación racial han sido una constante durante siglos. Logró esa victoria con su fe, transformada en el entusiasmo de millones de jóvenes negros, hispanos y blancos. El mensaje fue decisivo "Si se puede" y el milagro ocurrió. Si los dominicanos y dominicanas, nos impregnamos de la fe, del espíritu de vida y confianza en el porvenir, seremos capaces de lograr las metas para tener un país mejor, más justo, de mayor igualdad y participación plural. Todos debemos ser parte del cambio.", resaltó Doña Peggy Cabral durante su discurso al auditorio.
El Maestro Melanio Paredes, Secretario de Estado de Educación, dirigió el discurso central a los nuevos profesionales, familiares y docentes que asistieron al acto, enfatizando la importancia de la educación en la sociedad y los valores que deben primar en los docentes y los profesionales.
"La educación es el medio más seguro para impulsar el desarrollo de este tipo de valores en el mundo, y para contribuir a que los procesos de comunicación y los procesos de relación no se encuentren solamente sustentados, por el interés de la economía y del mercado, sino que se encuentren subordinados a los valores esenciales que están en la historia de lo humano, en la historia de lo social. La Historia Educativa Dominicana está llena de ejemplos elocuentes, sumamente favorables en este sentido.
Por eso es que, con base en estos antecedentes y principios, dentro de este marco general, un acto como éste representa para nosotros tanto interés y tantas posibilidades. (…) La calidad de la educación constituye uno de los renglones fundamentales de debate en el campo educativo. No se trata de una polémica reciente, sino que es algo que ha estado latente en la mayoría de los pensadores a lo largo del tiempo y muy especialmente en las últimas décadas. Hay que tener en cuenta que las razones de esta preocupación son muy diversas.
Se aboga, en la actualidad, por dar al docente mayor protagonismo para que pueda ejercer un papel realmente profesional; que se transforme en un docente autónomo que, en lugar de tener siempre que acatar y ejecutar órdenes, pueda tener y construir espacios para tomar decisiones con base a las características específicas del proceso de aprendizaje que desarrollan las y los estudiantes.(…) Este enfoque requiere un docente diferente al que se ha venido formando tradicionalmente. (…)Respecto al estudiante, el docente debe conocer con profundidad su desarrollo integral, sus motivaciones y condiciones socioculturales, con el fin de que pueda organizar los procesos de enseñanza y aprendizaje necesarios para favorecer su desarrollo pleno y autónomo. (…)Estamos convencidos de que, de esta manera, la educación podrá dar algunos saltos cualitativos que la pongan al frente, y que le ayuden a superar atrasos, y a vencer dificultades."