El planteamiento lo hizo la ingeniera Rosa Hernández de Grullón, secretaria de actas del Patronato Nacional Penitenciario al dictar una charla en el 6to. Encuentro Latinoamericano de la Pastoral Penitenciario que se desarrolla en el país con la presencia de representantes de América Latina en la Casa San Pablo.
Durante su exposición, Rosa de Grullón resaltó en noviembre de 2005 los directores y directoras, los jueces, así como las directoras de los centros penales femeninos del país identificaron los cinco problemas principales que afectaban al sistema penitenciario.
La Procuraduría General de la República inició los trabajos en las 36 prisiones del país. "El primer paso fue la creación de la Escuela Nacional Penitenciaria y desde ahí comenzó el proceso de reclutamiento para los nuevos agentes de Vigilancia y Tratamiento Penitenciario, los cuales se encargan de la vigilancia de los internos. El proceso culminó con la desmilitarización de nuestras cárceles, las cuales quedaron en manos de un cuerpo de vigilancia con una filosofía distinta", indicó.
Refirió que para la formación del nuevo personal de vigilancia se formaron 1,350 personas, las cuales fueron seleccionadas mediante un concurso público. "El en auspicio de la Procuraduría General de la República se han realizado 13 promociones de agentes, los cuales, durante ocho meses recibieron el entrenamiento para manejar a los internos.
Posteriormente se hizo una remodelación de los centros de corrección y rehabilitación en todo el país, para adecuarlas al nuevo modelo. "Luego trabajamos en la erradicación de la corrupción la violencia y la circulación de dinero en los recintos, a la vez que se crearon los economatos, así como la implementación de un programa ocupacional en el que la alfabetización es obligatoria para todos los internos e internas".