La cantante estadounidense, que llegó acompañada de una fuerte custodia que restringió las fotos que funcionarios y empleados de Casa Rosada pretendían tomarle, aprovechó su visita para recorrer los salones de la Casa Rosada, donde en 1999 rodó algunas escenas de la película Evita, que protagonizó junto a Antonio Banderas.
La diva del pop llegó el lunes a Buenos Aires junto a sus tres hijos y una comitiva de 220 personas para ofrecer cuatro conciertos en el estadio River Plate de Buenos Aires, escogida para realizar las filmaciones para el vídeo de su gira Sticky & Sweet.