El periodista iraquí le dijo varias malaspalabras en árabe al mandatario norteamericano, entre ellas"; este es un beso de despedida del pueblo iraquí, perro" y le lanzó sus zapatos durante una conferencia con el primer ministro Nuri al-Maliki.
Lanzarle los zapatos a alguien es un gran insulto en Medio Oriente. Uno de ellos le pasó por encima y dio contra una pared y, para esquivar el otro, Bush debió agacharse. Maliki intentó bloquear el segundo con su brazo.
Después del incidente, Bush bromeó sobre los zapatos. "Todo lo que puedo informar es que son del número 10", afirmó.
"Es como ir a un mitin político y que la gente te grite. Es una manera de llamar la atención", dijo Bush. "No me sentí amenazado en lo más mínimo", agregó.
Funcionarios de seguridad iraquíes y agentes del servicio secreto de Estados Unidos se lanzaron sobre el reportero y lo sacaron gritando del salón.